El Hospital Reina Sofía ha administrado ya 35 vacunas frente a la viruela del mono "con criterio preventivo"

Córdoba

El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba es el que más dosis de la vacuna frente a la viruela símica ha administrado de toda Andalucía. Así lo han confirmado a Radio Córdoba - Cadena SER fuentes de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, que detallan que el inmunógeno se ha inoculado a "personas con riesgo elevado o a contactos estrechos de pacientes cuya infección ha sido confirmada".

Concretamente, se han inyectado ya 35 dosis, mientras el sistema sanitario sigue de cerca los posibles contactos para ejercer una estrategia de prevención. Para toda la Comunidad Autónoma, el Ministerio de Sanidad ha enviado 600 vacunas, que la Consejería está distribuyendo "en función de la incidencia del virus en cada provincia", mientras sigue a la espera de 700 dosis más comprometidas por el Gobierno. "Una cantidad totalmente insuficiente", reivindican fuentes de la administración autonómica, que precisan que "llevamos semanas exigiendo más".

No existe una fórmula diseñada específicamente contra la viruela del mono, sino que se está empleando una vacuna contra la viruela 'actualizada'. En su tercera y última generación, ha demostrado una alta eficacia contra esta enfermedad endémica del Centro-Oeste de África, ahora emergente en Europa, aunque todavía se están desarrollando ensayos clínicos. Por el momento, la escasez de dosis está obligando a las autoridades a inocular una sola inyección, aunque la pauta completa requiere de dos.

Desde Salud insisten en que "las vacunas se están colocando con criterio preventivo, nunca a pacientes infectados". El protocolo de la Consejería recoge la importancia de proteger al personal sanitario que está en contacto directo con enfermos, así como a los técnicos de laboratorio que manejen pruebas diagnósticas relacionadas con la enfermedad. De igual forma, se presta especial atención a contactos con alto riesgo de enfermedad grave, como las mujeres embarazadas, los niños o las personas inmunodeprimidas.

Sin embargo, la máxima prioridad de protección se ha establecido para "personas menores de 45 años que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo, que no hayan recibido la vacuna de la viruela con anterioridad ni hayan superado la enfermedad o que presenten infección activa por el VIH", atendiendo al citado protocolo, que "se está actualizando permanentemente, en función de la situación epidemiológica y la disponibilidad de vacunas".