El 11 en bandeja

Los resultados lo son todo en el fútbol y si son buenos cualquier movimiento que se realice llegará arropado. Cuando se gana todo lo realizado es positivo y cada victoria da semanas de trabajo al entrenador para ir completando su obra. Hemos pasado de una alineación de lotería a un equipo base bien definido capaz de superar a los rivales en casa con relativa facilidad, ya que en Primera se sufre hasta en los calentamientos.

Nunca hemos dudado de la capacidad de la plantilla del Almería pero le costó a Rubi superar el trago de la venta de Sadiq y se notó en el campo y en los resultados. El entrenador ha recibido muchas críticas por sus alineaciones y sus cambios, hasta que los triunfos le han liberado de toda presión porque cuando se gana no hay nada que decir: se juega para esto.

El entrenador ha encadenado tres triunfos locales haciendo tres goles y sumando 9 puntos que refuerzan su trabajo y la idea de club de su presidente, porque los llamados fichajes estrella se empiezan a adaptar y han aportado al equipo: esto era lo que buscaba Turki cuando firmó en la última jornada a Melero, Lázaro y Touré.

Todos sabemos que la Primera es puro sufrimiento y cada victoria refuerza el modelo como en la derrota nos acordamos de los que no tenemos. Si Rubi logra acertar en las alineaciones y maneja el equipo como en los últimos partidos la permanencia no peligra.

El once en bandeja

Los jugadores veteranos han dado un paso al frente y se lo han puesto en bandeja al entrenador ya que con su colaboración los nuevos entran en el equipo con más confianza y pueden demostrar su enorme talento.

El éxito está asegurado porque con un once bien definido y, manejando los cambios con acierto, la Primera División no va a peligrar y el Almería de Turki podrá poner en valor ese modelo de futbolistas con talento para que exploten en su club y poder venderlos para asegurar el futuro de la entidad.

Rubi no está solo y cuenta con veteranos y noveles.