El libro secreto del Tabernas

El libro no ha visto la luz y para Bernabé Navarro -que está lleno de dudas- no se ha dicho la última palabra, ya que ha derramado su pasión en las páginas y ha aportado imágenes para el recuerdo del club de sus amores. Porque Bernabé lo ganó todo en la vida y en el deporte, pero nada pudo igualar aquella pasión infantil por la Unión Deportiva Tabernas a la que dio vida. En la recta final de su vida (92 años), ha querido regalar al pueblo que le vio nacer la historia de un club que iba viento en popa hasta que la política minó sus cimientos y lo llevó a la ruina. Con grandes presidentes y otros no tanto, aquel sueño que se hizo realidad terminó para siempre dejando una profunda herida en su corazón.

El libro secreto de Bernabé Navarro acabará viendo la luz y sus paisanos conocerán de primera mano que aquello no fue un sueño y los que dieron vida al club hicieron el campo de fútbol que corona el pueblo.

La historia

Era Bernabé José Navarro Góngora un estudiante de La Salle que vivía en Almería y jugaba al fútbol. Los fines de semana se iba a su pueblo con la familia y notó cómo ese pueblo se partía en dos. Eran los años cuarenta y se lanzó a la aventura con sus ahorros y buscó personas mayores para que le ayudaran a dar forma a su ilusión.

Se compraron las camisetas, los balones, y algún material que a buen precio consiguió en la capital un niño que no dudó en abrir la puerta de su casa a esos jugadores que desde Almería subían a Tabernas a competir en el fútbol.

Con el equipo en marcha iba creciendo y además de ayudar en la gestión directiva era centrocampista o portero según demandaba la situación. El club salió ganador con jugadores del pueblo y algunos refuerzos que comían en casa de los Navarro Góngora porque tenía una buena despensa.

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El que fuera luego portero profesional, y entrenador de postín, siempre iba a ser, y lo es, un jugador del Tabernas porque es el club que lleva en su corazón.

Su apoyo

En el camino de Bernabé se cruzó un pariente, don José Barnés, con raíces en Tabernas y con el que se entrevistó para solicitar ayuda. Era el señor Barnés un hombre fuerte en la sociedad murciana y con amplia vinculación en el deporte. Bernabé le pidió ayuda para construir un campo en su pueblo y movió los hilos para que las máquinas y las mulas entraran en una explanada junto al castillo  que tenía dueños, y que Bernabé consiguió como tantas cosas en su vida, por una brillante gestión. Se dieron una paliza aquellos futbolistas y colaboraron los aficionados en la tarea hasta allanar el terreno de juego y vallarlo en su totalidad. Aquel Tabernas con un campo homologado por la Federación llegó a ascender dos veces a Tercera División con Bernabé en su plenitud, pero no había dinero en los años cincuenta y se renunció a la plaza que fue a parar al Adra, club con el que llegó a competir Bernabé Navarro.

La traición

Todo iba viento en popa para la entidad y tras los primeros presidentes que fueron ejemplares, llegaba uno que venía de la mano de la política y comenzó el declive, pasando el autor del libro de estrella a estrellado y aquello duró un ‘pelao’, y las deudas y la dejadez acabaron con un sueño que duró muchos años superando todas las dificultades por obra y gracia de Bernabé y de su ángel de la guarda, José Barnés, que tanto le aportó a lo largo de su vida deportiva. Porque el pariente de Murcia tenía la llave del fútbol español en su despacho y se la prestaba a un Bernabé imparable cuando de ayudar a su pueblo se trataba. Bernabé Navarro no se siente traicionado y con el paso del tiempo no busca rencor con este libro, pero sí aclarar y poner en su pedestal a los que le ayudaron y borrar lo malo, a los que acabaron con su sueño.

El hombre

Conociendo a Bernabé hace cuarenta años con todo su éxito deportivo y profesional encima de la mesa, uno tiene la certeza de que el libro solo pretende que los tabernenses sientan orgullo de sus antepasados y que sepan la historia de primera mano. No tiene necesidad de guerras ni de paz porque lo logró todo en la vida. Se trata de una buena manera de poner las cosas en su sitio con un libro que debería llegar a sus paisanos.

El libro refleja quién era Bernabé en aquellos tiempo y lo que es ahora. Un ganador nato. Un triunfador en la vida y en el deporte, capaz de rodearse siempre de los mejores. Lo hacía cuando se llevaba a los grandes futbolistas de La Salle y cuando con el Almería se ponía bajos los palos. Valiente y seguro.

Como deportista lo ganó todo y como persona ha dejado una huella imborrable en el mundo de la empresa como gerente de Alsina Graells, donde desarrolló su gran carrera profesional. La sociedad almeriense sabe de su vida y de su obra y ahora en casa junto al ‘Pryca’, guarda sus secretos futbolísticos y los reparte con cuentagotas porque no han visto la luz más de diez ejemplares de la historia del Tabernas.

Bernabé José Navarro Góngora no tenía necesidad de haber escrito el libro pero le ha dado la gana de hacerlo y ha querido que caiga en nuestras manos para que quede constancia de la vida y la obra de un niño que hizo un club, lo defendió en el campo y lo gestionó. Todo iba bien pero la traición al club fue algo personal.

Su pueblo es lo más grande para un Bernabé que ha escrito toda la verdad y se ha quedado en la gloria. Si no se publica. Tabernas se lo pierde. Así de contundente.