Jesús León asegura ante la Justicia que "todo el dinero que salió del Córdoba CF fue restituido, sin excepción"

Córdoba

El expresidente del Córdoba Club de Fútbol (CCF) y principal encausado en el conocido como ‘Caso Saqueo’, Jesús León, ha negado hoy ante la sección segunda de la Audiencia Provincial haberse enriquecido con fondos del club. El que fue el máximo responsable blanquiverde ha asegurado “que todo el dinero que salió del equipo fue devuelto al Córdoba, sin excepción”. Lo ortodoxo o no del método, es ya otra cuestión.

Ha admitido que se se produjo una transferencia de fondos tanto a empresas propias como de uno de sus hermanos, aunque no lo reconoce así respecto de su mujer y expresidenta de la Fundación del Córdoba, que también está procesada. León ha querido justificar cada movimiento dinerario, asegurando que se ha sentado ante la sala para “decir la verdad”. Y es que ha admitido haber sentido “miedo en algunos momentos de este procedimiento, motivo por el cual puede haber contradicciones entre varias declaraciones”.

Esta afirmación guarda una estrecha relación con el interrogatorio realizado por el letrado de los accionistas Minoritarios del CCF, quien ha resaltado que durante la fase de instrucción de este caso, no se refirió que parte de los fondos del Córdoba que salieron a empresas del hermano Jesús, Ildefonso León, fuesen para pagar un complemento salarial a futbolistas. Los propios jugadores han admitido haber cobrado en efectivo en sede judicial, pero lo cierto es que en la fecha en que se está celebrando este procedimiento, esa práctica no sería ya sancionable ni siquiera desde el punto de vista deportivo.

Sobre León pesan cargos por la comisión de presuntos delitos de administración desleal, apropiación indebida, blanqueo de capitales y falsedad documental, por los que el Ministerio Fiscal solicitaba su entrada en prisión por 9 años. Ahora, su representante, Jesús Aparicio, rebaja esa solicitud, así como las multas exigidas, por considerar menos grave el presunto desfalco cometido.

Sí hay modificaciones significativas en el escrito de acusación de Fiscalía respecto a José María León, el otro hermano de Jesús, que resultará absuelto de ser partícipe a título lucrativo —beneficiarse de un delito sin ser consciente de que éste se esté cometiendo— de hechos enjuiciados en este procedimiento. A lo largo del proceso, se ha acreditado que la empresa de José María, Argonsa, transfirió un total de 60.000 euros a una de las de Jesús, Aglomerados Córdoba. Pero se trató de un préstamo para que el expresidente del club pudiera hacerse con la propiedad del mismo. De hecho, ese dinero fue reembolsado a Argonsa apenas 48 horas después.

Su letrado defensor, Carmelo Galán, ha manifestado en declaraciones a Radio Córdoba su "satisfacción" tras la retirada de la acusación, "pues mi cliente ha soportado cinco años de espera y este procedimiento ha tenido un impacto muy negativo en su vida personal".

Por otra parte, la petición de condena para Isabel Madueño, expresidenta de la Fundación CCF y cónyuge de Jesús León, también se reduce significativamente hasta los dos años de cárcel, de tal forma que podría evitar su ingreso en prisión de resultar considerada culpable. Al respecto, el fiscal Jesús Aparicio ha pedido a la Sala que "considere la situación psicológica 'delicada' que ha manifestado Madueño, así como la evaluación psiquiátrica que realizó una perito contratada por su defensa".

GASTOS QUE CONSIDERA JUSTIFICADOS

Jesús León ha considerado dentro de la normalidad las retribuciones que recibió del Córdoba Club de Fútbol durante su etapa como presidente. Aunque en los estatutos del club se trata de un cargo no remunerado expresamente, no fue el primero ni el último en cobrar a través de una sociedad externa en concepto de 'servicios de presidencia'.

Me arrepiento de haber comprado el Córdoba Club de Fútbol, no nos ha reportado nada bueno a mí ni a mi familia. Aquí estamos.

—  Jesús León

"Dejé de lado todas mis empresas para dedicarme en cuerpo y alma al Córdoba, algo de lo que hoy me arrepiento", ha declarado desde el banquillo de los acusados para certificar que recibió algo más de 500.000 euros por ese concepto. Unas transferencias que fueron declaradas ante Hacienda.

Tampoco tuvo voluntad de enriquecerse, ha argumentado, cuando el club pagó el alquiler de su casa. Según León, había pagos de sus honorarios que no había podido percibir y los 'descontó' con las mensualidades de su domicilio familiar.

Además, ha insistido en el principio de caja única que viene poniendo de relieve su defensa durante todo el procedimiento. Consiste en que un empresario con varias sociedades puede hacer transferencias justificadas de capital entre ellas. Así, sostiene que al igual que hizo movimientos desde el CCF hacia la promotora inmobiliaria de su propiedad GRUCAL Properties, "con patrimonio de mis compañías pagué nóminas de trabajadores y viajes del equipo; e incluso con dinero personal gastos de funcionamiento del club".

El empresario admite que "con ese criterio de caja única prestaba dinero a otras de mis empresas", pero mantiene que "fue devuelto íntegramente, con sus correspondientes intereses".

Los envíos de dinero a su mujer para gastos personales y familiares fueron legítimos según León, que niega la trazabilidad expuesta por la Guardia Civil. La Benemérita sostiene que era dinero del equipo de fútbol, que pasaba desde una cuenta de las empresas de León a una particular del empresario, para después terminar en otra de su mujer. Frente a esta tesis, acusado dice que la cuenta personal desde la que hizo las transferencias a su mujer recibía ingresos no solo del Córdoba, sino de todas sus empresas.

Se estima que por este método podrían haber salido de las arcas blanquiverdes unos 66.000 euros, según la investigación policial. Sin embargo, para León no existe una conexión entre el dinero del CCF y el que llegaba a Isabel Madueño.

Su esposa sí recibió directamente unos 10.000 euros de fondos cordobesistas. El expresidente ha matizado que Madueño "transfirió al club, en un momento muy difícil desde el punto de vista de la tesorería, esa cantidad". Un montante que se habría utilizado para "pagar la factura eléctrica del estadio, pues teníamos amenaza del distribuidor energético de corte de luz si no la abonábamos".

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Más complejo todavía es el engranaje organizado para contar con jugadores de máximo nivel que pudieran salvar al CCF del descenso. Jesús León ha explicado ante la Justicia que Luis Oliver, como director deportivo, se encargó de fichajes que incluían complementos salariales en efectivo.

"Me encontré con una situación sobrevenida", ha lamentado el principal acusado, que recurrió a su hermano Ildefonso para ejecutar los pagos a los futbolistas. De este modo, las sociedades Tecnoglobal y Mencía Projects recibieron dinero del CCF que después era retirado en efectivo para hacer frente a los pagos a los futbolistas. Una práctica irregular para esquivar los límites salariales de La Liga Española de Fútbol que "en un momento fue habitual", según ha declarado en este juicio el propio presidente de la entidad, Javier Tebas.

Igualmente, uno de los jugadores que fue reclutado en esa etapa, Aythami Artiles, ha reconocido que su salario era completado con billetes. No obstante, la defensa de los acusados no ha presentado ningún 'recibí' o prueba documental de esas transacciones en mano.

"LA ADENDA EXISTE, LO SÉ YO Y LO SABE CARLOS GONZÁLEZ"

Jesús León sostiene que la adenda al contrato de compraventa del Córdoba que firmaron él (GRUCAL) y Carlos González (AZAVECO) "existe, aunque González lo niegue, porque es muy hábil". De ese documento solo se ha podido hallar una copia impresa, no el original. Al respecto el acusado sostiene que le enviaron el documento por correó electrónico, él lo imprimió y firmó y encargó a su mano derecha, Fran Gómez Valero —también acusado— que llevase el escrito a las dependencias del CCF para que González lo firmase.

Días después, supuestamente recibió ese documento con la rúbrica "también por e-mail; y no fui lo suficientemente desconfiado como para reclamar el original".

En esa 'cláusula' se establecía que si el Córdoba no podía empezar a construir la Ciudad Deportiva del equipo en el plazo de un año desde la operación de compraventa, la empresa propiedad de Jesús León, GRUCAL Infraestructuras —que iba a ser la encargada de ejecutarla—, sería indemnizada con un millón de euros. La licencia de obras no fue concedida por el ayuntamiento de la capital, así que esa cantidad de dinero fue transferida a las cuentas de la constructora.

NIEGA DESPOTISMO EN SU ETAPA COMO PRESIDENTE, AUNQUE CONSTATA QUE TENÍA PODER ABSOLUTO

A lo largo de todo el procedimiento, exempleados y exmiembros del consejo de administración del equipo han definido como "autoridad total" la etapa de Jesús León como presidente. Varios testigos han referido que "el consejo era de madera, apenas se nos convocaba a reuniones formales, firmamos unas cuentas semestrales en un restaurante y nos tenían para la representación del equipo en la vida social, pero no para la toma de decisiones".

En adición a esto, antiguos trabajadores del club han referido que fueron cesados cuando pidieron explicaciones a Jesús León por ciertos movimientos de dinero que consideraban sospechosos.

Por su parte, Jesús León ha esgrimido que "las formas en que se dirigieron a mí algunas de esas personas fueron las que condujeron a su cese". Y aunque acepta que tenía poderes casi absolutos o que quitaba y ponía consejeros a su gusto, ha insistido en que "decisiones de calado se debatieron hasta en 29 reuniones del consejo de administración".

Se espera que este martes el juicio oral por el Caso Saqueo entre en su fase final, con los informes de las partes. A partir de ese momento, será competencia de la Sala, presidida por el magistrado Juan Luis Rascón, la deliberación final.

Por el momento, Jesús León ha sido condenado al pago de 4,5 millones de euros a AZAVECO por el incumplimiento de los pagos por la compra del Córdoba; e igualmente ha sido condenado por la sección tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba a 4 años de prisión y a una multa de 1,2 millones de euros en el conocido como 'Caso Chalet'. Según la sentencia, se utilizaron fondos del CCF para que la constructora de Jesús León cuando todavía no era presidente construyese una vivienda de lujo en La Moraleja (Madrid) propiedad de su antecesor en el cargo, Carlos González.