Nadie es más del Almería que el Gorri
José Antonio Belmonte Jiménez fue capitán del filial y debutó con Paco Flores
Gorri cuando lideraba una generación de futbolistas almerienses. / Cadena SER
Almería
Muchos conocen a José Antonio Belmonte Jiménez de los tiempos de la Escuela y otros conocen al Gorri de ir a ‘La Salada’ a comer buen pescado, pero no se trata de dos personas distintas. Es el mismo y desde que nació los mayores del lugar saben que es el nieto de Antonio Jiménez Alcaraz, el roquetero más grande que pasó por el mítico campo de La Algaida.
Ahora que todos somos del Almería porque está de moda y comemos buen pescado llamando al Gorri, ha llegado la hora de ordenar la historia y dejar claro que la camiseta del Almería la lleva grabada a fuego porque la ha defendido y la ha sudado con honor cuando el filial rojiblanco jugaba en el viejo Juan Rojas.
En las venas
Gorri era un niño bueno que quería con locura a su abuelo y le dio una gran alegría siendo un buen futbolista y llegando a jugar en el Roquetas y en el Almería. No hubo abuelo más orgulloso en la tierra ni nieto que tanto quisiera a un hombre que pasó por la vida ayudando a los demás. El Gorri, ahora despacha con los futbolistas del club de su vida que le buscan y les atiende con esmero porque es uno más de ellos. Sabe lo que significa ser del Almería con todas sus letras y cada triunfo como cada derrota le llegan al alma.
Su familia
está plagada de abonados -que le pregunten a su madre Puri-en el Fondo Sur, o a sus parientes que son muchos y aficionados de por vida. Siempre tan atento y generoso como su abuelo del que ha heredado el don de gentes, toda Almería conoce bien al Gorri pero muchos desconocen que fue un espigado central que marcaba con firmeza, que subía los jueves al Mediterráneo para echar un partido con el Almería grande de Paco Flores y que se ganó para siempre la llave del vestuario.
Jugador
Cuando era futbolista todavía iba yo por los campos siguiendo partidos y le vi jugar en el Juan Rojas porque era el nieto de Antonio Jiménez. No sabía ni como se llamaba futbolísticamente cuando me dieron las primeras referencias y por aquello de… Lo vi en un partido y me fijé en sus movimientos y en su forma de entender el fútbol.
No era nada malo y dominaba el juego aéreo. Alto, pero bien coordinado y daba bien la pelota. Colocado como buen central a un milímetro del delantero y dejando claro quién manda.
Ese era el Gorri que vi cuando no pasaba de los 20 años. Pudo llegar muy lejos pero no recuerdo por qué lo dejó siendo tan joven. Cosas del Gorri. Sepan que era firme y siempre iba al límite. Sentía los colores del Almería y estaba orgulloso de ello. Además, era el capitán y llevaba un brazalete azul de comienzos de siglo.

Hoy Gorri es un empresario al que buscan a la hora de comer el mejor pescado. / Tony Fernández

Hoy Gorri es un empresario al que buscan a la hora de comer el mejor pescado. / Tony Fernández
Empresario
Ahora que toda Almería para comer buen pescado le da un ‘telefonazo’, son muchos los que le preguntan por los futbolistas, que los tiene en el bolsillo y les da referencias. Personas que no saben de donde le viene la vena rojiblanca al Gorri y va siendo hora que muchas de las estrellas del Almería sepan que él también quiso ser como ellos pero su carrera deportiva no llegó tan lejos.
Todo lo que el fútbol le dio le ha valido para su vida de empresario porque lleva la libreta en la cabeza y llena ‘La Salada’ con su teléfono móvil. Ha sabido rodearse de los mejores y su talante servicial le da un plus a la hora de gestionar. También hace sus pinitos en política pero yo de eso no entiendo. Vale para todo. No le faltan amistades a este almeriense que ya forma parte de nuestras vidas por su conexión con toda la sociedad.
Persona
Nadie lo conoce del todo. Siempre sorprende a los que lo rodean. Tiene guardada una carta para ganar la partida y con la sonrisa por bandera te ofrece lo mejor que tiene y te convence. Los que conocimos a su abuelo le vemos solo con el saludo y nunca dejará de ser el nieto de un roquetero cuya huella es imborrable. Con lo orgulloso que estaba Antonio de su Gorri. Lo feliz que sería echando una caña con una tapa de jibia viendo ‘La Salada’ navegando viento en popa. Nadie puede ser más del Almería que el Gorri, que se da a sus paisanos siempre con las botas puestas, porque nunca dejará de ser un futbolista. Muy aplicado a la hora de hacer amigos, reparte simpatía y se ha convertido en un embajador de la ciudad impagable. Lo que no sepa El Gorri es que no ha pasado. Está al tanto de todo y su palabra va a misa. Para saber más, nada como llamarlo o darse una vuelta por ‘La Salada’ para comer el mejor pescado de toda nuestra provincia.

Tony Fernández
Redactor de Deportes de SER Almería. Llegó a la SER en 1996. Antes, en RNE. Más de 40 años de experiencia...