Sobre bestias y corruptos
Firma de Opinión del filósofo José Carlos Ruiz

Sobre bestias y corruptos. José Carlos Ruiz
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Hay muchas maneras de corromperse, pero las peores se realizan desde el convencimiento de que la corrupción es el mejor medio para alcanzar un fin superior capaz de aplacar la indignidad cometida. Corromperse implica deslavazarse, fragmentarse, emponzoñar tu singularidad y pasar a ser una mera individualidad. Todo corrupto, desde el momento en el que sitúa su conveniencia por encima de la moral se convierte en un paria de su identidad. Cuando uno dispone el beneficio ilegítimo por encima de la moral comienza a deshabitarse.
El corrupto es un apátrida, un desertor que se justifica a sí mismo llamándose cosmopolita. Son la manifestación de nuestro fracaso como sociedad. Son un indicador de que no hemos sabido insuflar en ellos los fundamentos del bienestar, fundamentos que deben interiorizarse como una segunda piel, porque los principios rectores de la vida buena no pueden limitarse a la comprensión, hay que sentirlos, sentir que cuestiones como la verdad, la coherencia, la honestidad, el respeto, o la ejemplaridad no son meros abalorios estéticos, sino los pilares que sostienen nuestra confianza. Sin confianza no hay vínculo, y sin vínculo lo que nos resta es la soledad. No basta con entender lo que está bien. Hay que sentirlo y contagiarlo, porque, como diría Aristóteles, solo los dioses o las bestias pueden vivir en soledad.
José Carlos Ruiz
Profesor de Filosofía de la UCO.