Sobresalientes y suspensos

La semana pasada los periódicos publicaron el homenaje que el Barrio de las Palmeras rindió a los veinte estudiantes, veinte, que este curso han terminado la Enseñanza Secundaria y la Formación Profesional. ¡Hurra por esos veinte estudiantes!

Esta semana se ha publicado que seis estudiantes de Las Palmeras se han graduado en la Universidad de Córdoba. Mi más calurosa enhorabuena y, desde luego, mi reconocimiento a la UCO.

Sin embargo, estas noticias me han suscitado, además de la alegría por los estudiantes y por el barrio, no pocas reflexiones y preguntas.

La primera y más importante, ¿por qué un barrio homenajea a sus estudiantes de ESO y FP en la España y en la Córdoba de 2025? En Córdoba se gradúan este año miles de estudiantes de ESO, Bachillerato y FP ¿Qué tienen esos veinte? ¿Que tienen los seis de la UCO entre los miles que gradúa esta Universidad cada año? La respuesta es simple, son una excepción.

Por eso son noticia y son una buena noticia, una noticia magnífica. Pero, al mismo tiempo y, paradójicamente, nos muestran las carencias de nuestro sistema educativo, único mecanismo de mejora social. Y esta es una mala noticia.

Porque son 20 de ¿cuántos? Y, ¿cuántos de ellos terminarán en la Universidad? ¿Cuántos en carreras de notas altas? ¿Cuántos harán un máster?

Son una excepción que tenemos normalizada desde hace casi 40 años. Son una excepción y, por eso, son noticia. Y está bien que lo sean.

Pero la noticia real es que, en Las Palmeras, como en otras barriadas, seguimos teniendo un alto abandono escolar temprano, que no se dan las condiciones (y se hace poco) para compensar las carencias educativas de origen y de base que posibiliten que estos chicos y chicas no sean la excepción.

Estos chicos y chicas, estos veintes y esos seis, son todos, al margen de las notas que saquen, estudiantes de sobresaliente.

Lo que nos dice, al mismo tiempo, que nuestras administraciones educativas suspenden. Un año más.

Gabriel M. Pérez Alcalá