Ha muerto Sebastián Moyano uno de los impulsores del Almería

Almería

En la madrugada de este martes nos ha dejado uno de los grandes impulsores del Almería y un empresario de enorme categoría que generó riqueza en nuestra ciudad. Sebastián Moyano Álvarez tenía 71 años y fundo la empresa Todo Ba. Triunfó en el mundo de los negocios y cuando Guillermo Blanes buscó ese tejido social necesario para lanzar su proyecto deportivo, era Sebastián Moyano de los primeros en dar un paso al frente para arroparlo. Blanes, formó la conocida en Almería como la ‘Vieja Guardia’ a base de hombres fieles al club y a la ciudad. Moyano, tenía don de gentes y siempre estaba muy vinculado a los medios de comunicación en los que se prodigaba. El esplendor empresarial y futbolístico fueron de la mano a lo largo de su vida. Le quedaban muchas cosas por hacer y disfrutaba de la familia y de su legado imprescindible en esta ciudad.

Era Sebastián Moyano para el fútbol uno de los pilares del Almería. Generaba ingresos y siempre encontraba acomodo en esas comisiones económicas que formaba, Guillermo Blanes, para dar brillo a un Almería que nacía bajo mínimos. No tardó en abrirse un hueco entre los Manolo García, Luis Guillén, Pepe García Hueso, Juan Torres Colomera, Manuel Abad, Lázaro López, Carlos García, Juanchi Miralles y muchos más, en una larga lista a los que Blanes bautizó como la ‘Vieja Guardia’. Todos iban a una por un Almería mejor pero nada que ver con ese poder de gestión como buen hombre de negocios que tenía un Sebastián Moyano, implicado sin límite. Hizo de todo en el club porque los dirigentes del Almería nunca fueron de sillón, y no tardó en alcanzar la vicepresidencia del club. Sabía donde se metía y lo que quería para el Almería y para su ciudad.

Empresario

En el mundo de los negocios triunfó a base de mucho esfuerzo. Todos le conocían en la ciudad por Todo Ba y más tarde con CEALSA en Huércal de Almería. Tenía una cadena de tiendas donde todos los almerienses iban a por los electrodomésticos en ese boca a boca tan típico. Dio trabajo a mucha gente y supo expandir el negocio generando riqueza en la ciudad. No paraba, y sus jornadas eran eternas entre viajes, reuniones y, como colofón, la sede de la calle Altamira donde le esperaba su Almería del alma. Porque a Sebastián Moyano le gustaba ser directivo del club de su vida y hasta en los tiempos de la ‘guerra civil’ entre Poli y Ceefe le decían sus compañeros de la ‘Vieja Guardia’ que era tan querido que: “Hasta los del Poli te compran, Sebastián”. Su forma de ser atraía a los aficionados que siempre mantenían un hilo directo con él, como la sociedad almeriense le supo responder a su modelo empresarial de enorme éxito. Siempre agradable y amable en el trato.

Directivo

Fue de los primeros fichajes de Guillermo Blanes. Precisamente era el fundador del Almería el que me llamaba a primera hora de la mañana y por su timbre de voz se notaba que algo había pasado y no era bueno. Lo conozco como a nadie y tras el saludo y dos bromas llegaba lo serio: “Ha muerto Sebastián Moyano, Tony, le acabo de mandar una corona”. Un nudo en la garganta y a renglón seguido: “Estoy esperando a Manolo García para subir un rato al Tanatorio Portocarrero”. Ha perdido a muchos de sus hombres el fundador y mientras le quede uno vivo seguirá con su filosofía contagiosa. Porque los de la ‘Vieja Guardia’ en realidad eran hombres de Guillermo Blanes, que iban con todo para un Almería mejor. A Moyano le puso en muchos cargos y funcionaba en todos. Creo recordar que siendo ya vicepresidente, le daba el cargo de ‘Relaciones Externas’, y lo bordaba porque proyectaba su imagen empresarial en el fútbol. Primero directivo y luego accionista y consejero del Almería.

Persona

Imposible separar al empresario del consejero y, para llegar a la persona, basta preguntar por Sebastián Moyano en el Almería. Ya se le echa de menos y todavía está en el Tanatorio Portocarrero donde este miércoles a las 12 será la Misa en la Capilla. No es fácil para los que fundaron el Almería asimilar la marcha de uno de los más jóvenes en aquel tiempo. Ese empresario que todo lo iluminaba. El que abría mercado y traía dinero. El que hablaba por la radio de maravilla, especialmente con Chema Fernández de la Cadena SER con el que le unía una sana amistad, y con su amigo Juan Domínguez que desde la COPE daba rienda suelta a sus ilusiones deportivas. Llegaba a la afición y jamás tuvo discusión con el otro club por su carácter y forma de ser. Yo le recordaré siempre porque en esos tiempos tan duros para nuestro fútbol me dio un cariño que no merecía. En los largos viajes me pedía cuidado en la carretera y me ponía buen precio cuando le compraba un frigorífico. Porque sabe toda Almería que antes de pisar ‘El Todo Ba’, llamábamos al jefe para que se portara bien. La última vez que nos vimos fue en el funeral por el hermano de Guillermo Blanes en la Iglesia de San Sebastián. Allí estaba la ‘Vieja Guardia’ como tantas veces unida al fundador de un club al que supo dar brillo y esplendor.