Aragón registra 2.000 abortos cada año

Zaragoza

En Aragón se realizan cada año unas 2.000 interrupciones del embarazo, la práctica totalidad en centros privados. El Departamento de Sanidad espera que las novedades que incluye el anteproyecto de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva permitan mantener las condiciones con las que se presta esta atención.

Porque uno de sus principios habla de facilitar el acceso a esta prestación en la sanidad pública y en un centro cercano para evitar los largos desplazamientos que en muchos casos se producen. Según el director general de Asistencia Sanitaria, Chema Abad, es un supuesto que puede generar dificultad. "Evidentemente, hay que garantizar la realización de abortos en el plazo en el que se tiene que realizar".

Recuerda Abad que el aborto "requiere unos plazos muy concretos para realizarse, no es algo que se pueda programar de aquí a 15 días, un mes o mes y medio" por lo que "garantizar eso en todos los hospitales de la comunidad autónoma y en todas las circunstancias, creo que puede generar problemas", sobre todo si hay una alta objeción de conciencia.

En Aragón todos las interrupciones del embarazo que no son por causas médicas se realizan en 2 clínicas privadas, con las que se mantiene un concierto.

Los abortos en la sanidad pública son puntuales y excepcionales. En Aragón se registran entre 1.500 y 2.000 abortos anuales. En 2020, fueron 5 los que se practicaron en chicas menores de 15 años. Por tanto, en estos casos y con la futura ley, no necesitarían autorización de sus padres.

Estadísticas

La cifra de abortos permanece estable desde hace 5 años. La mayor parte de ellos se produce entre los 20 y 34 años. El mayor volumen de abortos se produce, según los datos del Ministerio de Sanidad, aún con todo, en chicas que cursan estudios de ESO, FP y Bachillerato. Fueron casi 1.500 de las cerca de 2.000 de 2020.

El anteproyecto recoge que no es necesario el permiso paterno para quienes tienen entre 16 y 17 años y habla, además, de la píldora gratuita del día después. En Aragón se indica en los centros de salud y se adquiere en las farmacias, aunque también puede administrarla el médico si lo considera necesario.