Las empresas familiares reclaman su sitio frente a las multinacionales
Ven una diferencia de trato y falta "de cariño" por parte de las administraciones públicas
Zaragoza
La capacidad de resiliencia de las empresas familiares aragonesas y su apuesta por la fidelización de equipos están siendo las bazas claves para salir airosos de esta crisis económica. A día de hoy, son una pieza importante en la comunidad autónoma, puesto que representan el 88% del tejido empresarial aragonés y emplean a más de 160.000 personas.
Aseguran que esta crisis es una más de las que han vivido a lo largo de su historia y miran hacia adelante con optimismo.
Jorge Esteban, director de AEFA, la Asociación de empresas familiares, resalta que están en la fase de "trabajar, trabajar y trabajar, de ajustar el cinturón lo máximo posible, de intentar sacar la mayor productividad posible".
Es una apuesta, dice, "no solo por el territorio, de continuidad de la empresa familiar y aguantar el temporal en base al buen hacer".
Aseguran que la flexibilidad de la que gozan estas empresas es una ventaja, así como no tener miradas cortoplacistas y el arraigo en el territorio.
Fiscalidad
La otra pata tiene que ver con la fiscalidad y para eso miran a la administración pública.
"Una mayor fiscalidad en una comunidad autónoma, comparada con otras, la hace menos competitiva", señala. "Hemos de entender que las inversiones que se puedan producir en un territorio, o incluso posibles empresas que quieran deslocalizarse de otras comunidades autónomas para venir a Aragón, una de las variables que pesa mucho es esa fiscalidad",
En la empresa familiar, Sucesiones y Donaciones. "Lo que nos jugamos es la continuidad y el legado de esas familias, que pasan a la siguiente generación", insiste Jorge Esteban, director de AEFA.
Diferencia de trato
Sí que demandan más cariño, sobre todo, cuando se pone la alfombra roja para la atracción de grandes empresas y se olvida a las que ya están.
"Sí que es verdad que las empresas familiares que, además, están muy arraigadas en territorios no muy poblados, como Binéfar, Daroca o Monzón... de alguna manera esa diferencia de trato con grandes multinacionales..."
"Se echa en falta ese cariño especial por la tierra, por la gente que paga impuestos y que ayuda a la sociedad, como columna vertebral de nuestra economía". Por eso, las administraciones públicas "tendrían que ponerle el foco a la empresa familiar".