Carmela Sauras: Equilibristas en la era digital

Zaragoza

Ser docente en tiempos de internet, grupos de WhatsApp e Inteligencia Artificial, no es una tarea fácil. Es como dar clases en medio de un parque de atracciones: luces, ruidos y distracciones por todas partes.

El alumnado recibe estímulos constantemente, las familias se comunican con los docentes a través de mensajería online, a cualquier hora del día, esperando una respuesta inmediata, y la Inteligencia Artificial ya hizo la tarea casi incluso antes de pedírsela.

Ante estas situaciones, muchas de ellas surrealistas, el docente debe ser mitad educador, mitad equilibrista, y un poco mago también. Porque enseñar hoy no es solo transmitir conocimientos, también implica filtrar información, motivar, traducir y, a veces, detenerse a respirar hondo para poder continuar.

No es un camino de rosas, pero sí un camino donde florece la creatividad, la empatía y la pasión por enseñar. Porque, por mucha tecnología que haya, nada reemplaza a un buen docente con vocación.