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Bandas rugosas, ¿necesidad o exceso?

El ayuntamiento de Huesca ha ido acometiendo, en los últimos años, un importante plan de seguridad vial. En este tiempo, se han instalado medidas reductoras de velocidad en una veintena de zonas de la capital oscense. Bandas rugosas y pasos de peatones elevados son las principales. Unas medidas que generan numerosas quejas entre los conductores aunque los expertos aseguran que si se pasa a la velocidad indicada no causan daños al coche. El problema es si se pasa rápido, problemas en el cárter o en la suspensión es lo más habitual.

Las bandas rugosas han llevado más de un coche al taller, aunque lo más común es que los daños se causen por pasar más rápido de lo permitido. Al pasar a mayor velocidad el coche sufre ya que recibe un golpe, si se convierte en algo habitual se acaba produciendo un desgaste. Los bajos del vehículo son los principales afectados.

La velocidad, para pasar por estas zonas, suele estar limitada a 20 kilómetros por hora. Si se pasa a esa velocidad la suspensión se mueve pero no se fuerza nada ni se rompe nada, explica Antonio Trallero, de talleres Trallero Automoción.

El objetivo de estas medidas es que los conductores reduzcan su velocidad aunque la gran cantidad de bandas que hay en la ciudad, en lugar de concienciar, causan protestas y molestias.

Avenida de los Danzantes, avenida Monegros, calle Teruel y calle Santo Cristo de los Milagros cuentan con pasos de peatones elevados, mientras que en las calles Alcañiz, Cabestany, Paseo de las Autonomías, División 52, Doña Sancha, Balsas de Chirín o Gibraltar hay bandas rugosas. Medidas que ahora, se han colocado también, en la calle Fraga y en la calle Zaragoza.

 
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