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Discurso del presidente de la Diputación Provincial de Huesca

Antonio Cosculluela , presidente de la Diputación Provincial de Huesca

Mi bienvenida a cuantos asistís a los actos de este día, organizados por la Diputación Provincial de Huesca, en honor de las Corporaciones Locales del Altoaragón.Es siempre grato invitar y compartir una jornada festiva, con aquellas personas, con las que sueles reunirte por motivos de trabajo. Personas, que dedican gran parte de su tiempo y su esfuerzo, a mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos.Y es especialmente grato, invitarles a sumarse a unas fiestas: las de San Lorenzo.

Fiestas que ?aún siendo de Huesca, se transforman, especialmente hoy- en fiesta participada por toda la provincia, a través de vuestra presencia: la presencia de los representantes institucionales de distintos Ayuntamientos y Comarcas del Altoaragón.

En este año de elecciones, mi agradecimiento y felicitación, como demócrata convencido, a todos los altoaragoneses que han participado en este proceso; porque su participación, es el mejor aval de la democracia.

Quiero aprovechar esta ocasión para invitaros a que aunemos nuestra dedicación y nuestras renovadas ilusiones, para construir un futuro para la gente en las tierras del Altoaragón. Bajo esa directriz de unir fuerzas, de buscar estabilidad y consenso, en esta Diputación ?que tengo el honor de presidir- hemos revalidado un Pacto de Gobierno entre el PSOE, el PAR y la CHA.

Pacto que, a tenor de la experiencia adquirida en la legislatura pasada, nos permitirá desarrollar políticas nacidas del diálogo y del acuerdo. continuar por esa senda de entendimiento y colaboración entre distintas fuerzas políticas y distintas administraciones, nos permitirá profundizar en procesos de apertura y de progreso en beneficio de la sociedad altoaragonesa.

Una colaboración que, como siempre, será especialmente estrecha y cercana con los Ayuntamientos altoaragoneses, haciendo que esta Diputación continúe siendo realmente su ?Casa?. También he de referirme a las nuevas unidades de organización administrativa, en las que se ha articulado la Comunidad Aragonesa: las Comarcas.

Una nueva institución dotada de un importante poder competencial y con un funcionamiento y una gestión autónomos.Una institución integrada por municipios y de la que dependerá, en gran medida, el desarrollo de los distintos territorios que componen el Altoaragón.

Avanzar en el trabajo conjunto, sobre unas bases competenciales claras, es un reto al que ambas Instituciones, Diputación y Comarca, debemos dar respuesta.Por lo que se refiere la Comunidad Autónoma, continuar manteniendo unas relaciones fluidas, es el mejor método para lograr resolver todas aquellas materias en las que confluimos.

Por último, también es deseable que se produzca la normalización de las reuniones de trabajo con las Instituciones de ámbito estatal, porque de ello dependen proyectos decisivos para el progreso de esta Provincia. En definitiva, si bien todas las Instituciones -locales, supramunicipales, autonómicas y estatales- gozamos de independencia a la hora de organizar y desarrollar nuestros proyectos, también debe existir una fluida comunicación entre todas ellas.

Sólo así será posible una gestión acorde con los principios de eficacia y economía del gasto público. Y es evidente que, esa optimización en el uso de los recursos públicos, redundará en favor de los ciudadanos del Altoaragón.

Pero hoy, por ser su Día, quiero referirme especialmente a las administraciones locales y a su relación con esta Corporación. Nuestro objetivo común es favorecer la igualdad de oportunidades y de progreso para todos los ciudadanos y ciudadanas, cualquiera que sea el lugar del Altoaragón en el que habiten. Por eso esta Diputación quiere contribuir al desarrollo de los municipios, mejorando las condiciones para que pueda tener lugar un crecimiento ordenado y compatible con el medio ambiente.

Un crecimiento que responda a modelos de desarrollo sostenible, y que posibilite el equilibrio imprescindible y necesario entre el hombre y el territorio. Eso significa trabajar ?cada uno en la medida que le corresponda- por articular ese territorio.

Significa, por tanto, infraestructuras y servicios. Y significa, en definitiva, necesidad de disponer de recursos económicos. Necesidad que, por otra parte, se ve incrementada por nuestra estructura territorial y demográfica. Y necesidad que, la gran mayoría de ayuntamientos de esta provincia, tiene dificultad para resolver. De ahí, la importancia que esta Corporación otorga a las inversiones realizadas en colaboración con los Ayuntamientos.

Esas inversiones conjuntas han sido -y continuarán siendo- un eficaz instrumento para que los ayuntamientos mejoren sus infraestructuras y también para que incrementen y optimicen la prestación de servicios públicos a su población. Por eso, la colaboración con los Ayuntamientos, continuará siendo obligatoriamente clave dentro de las previsiones presupuestarias de esta Diputación.

Esa es la única fórmula, que está hoy en manos de esta Corporación, para paliar las deficiencias del actual sistema de financiación municipal. No obstante, desde esta Institución se ha reivindicado -y se continuará reivindicando- el necesario incremento de la participación de los ayuntamientos en los fondos del Estado.

Exigir el cumplimiento del artículo 142 de nuestra Constitución, es el único modo de lograr que la autonomía local sea una realidad. Porque los Ayuntamientos, sin que haya mejorado su financiación, se ven obligados día a día a intervenir en cuestiones que, aún no siendo competencia municipal, son demandadas por sus ciudadanos.

El habitante del medio rural exige hoy un nivel de prestaciones equiparable al que recibe la población urbana. Y eso es, en sí mismo, positivo: es síntoma de vigor social. Pero esas exigencias se focalizan hacia la administración más cercana: la administración local.

El deseo de responder a las demandas de los ciudadanos, y la certeza de que solamente desde ese ámbito público se proporcionará respuesta, anima a los Ayuntamientos a ejecutar infraestructuras y a prestar servicios que superan ampliamente sus competencias.

Infraestructuras y servicios que, por otra parte, exigen una dotación presupuestaria que no está en consonancia ?en la mayor parte de los casos- con los recursos económicos municipales.

Esta situación que estoy planteando, afecta a la práctica totalidad de los ayuntamientos oscenses.

El Altoaragón está integrado casi exclusivamente por municipios de carácter rural: territorialmente amplios, demográficamente débiles y articulados en pequeños y dispersos núcleos.

Por ello, considero -como Presidente de la Diputación Provincial de Huesca- que es un deber institucional denunciar la situación de sobreesfuerzo financiero a la que se somete a las administraciones locales, y reivindicar -una vez más- la modificación del sistema de financiación de la administración local. Los municipios deben adquirir un mayor protagonismo dentro de la estructura administrativa de nuestro estado.

Esa es una reivindicación que viene avalada por la práctica: la administración local, por trabajar tan próxima al ciudadano y al territorio, se ha reveledo como el nivel de gestión pública de mayor eficacia inversora. En consecuencia, una administración local potente, no debe levantar recelos. Debe ser entendida como una eficaz colaboradora de otras administraciones.Mientras todo ello se hace realidad, las Comarcas y Diputaciones Provinciales, pueden ser puentes que permitan a los municipios rurales dotar a sus ciudadanos de infraestructuras y servicios acordes con el tiempo en que vivimos.

Pero también, habré de referirme a otros asuntos cuya resolución es decisiva para la articulación territorial de esta provincia, y no está en manos de las administraciones locales.

Me refiero a las comunicaciones terrestres de carácter nacional e internacional, a las comunicaciones telemáticas y a los recursos hídricos.

Todas ellas, entre otras cuestiones, son imprescindibles para estructurar cualquier territorio y, en consecuencia, para construir el futuro de ese territorio.

Los altoaragoneses sabemos, que para esta tarea, es necesario sumar fuerzas y que nada, ni nadie, sobra.

Sabemos, porque nos lo ha enseñado nuestra historia, que para continuar andando es imprescindible creer que existe el futuro para las gentes y la tierra altoaragonesa.

Sabemos que contamos con recursos sobre los que levantar ese futuro.

Y sabemos también que necesitamos el impulso exterior que otros antes recibieron.

Con todo ello, que nadie nos pida que renunciemos a ese futuro.

Un futuro que adivinamos cercano, que casi tocamos con las yemas de los dedos, cada vez que un breve repunte demográfico se dibuja en nuestras comarcas, y cada vez que se ilumina de nuevo una ventana en nuestros pueblos.Un futuro que presentimos certero siempre que se inicia una nueva actividad económica, y siempre que un pedazo de tierra reverdece. Un futuro que se hace presente cuando recontamos con una sonrisa el creciente empleo vinculado a nuevas tecnologías, y cuando vemos extenderse viñedos y frutales.Los altoaragoneses sabemos que el futuro existe, que está aquí.

Nadie puede siquiera insinuarnos que renunciemos a él. Ni tampoco a todo lo necesario para llegar a él, llámese comunicaciones, llámese telecomunicaciones o llámese agua.

Invito a todos, desde esta Institución, a trabajar para consolidarlo.

Y permítanme, en este caluroso San Lorenzo, finalizar con un brindis por el futuro y desearos que disfrutéis de esta jornada festiva y de esta Huesca que -como siempre, por estas fechas- nos recibe vestida de blanco y verde.

A todos, muchas gracias por vuestra atención.

 
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