El Huesca necesita los puntos del Alcoraz

Siete partidos en casa y solamente se han conseguido 5 puntos de los 21 en juego, sin ninguna victoria, lo que está siendo un lastre importante para los azulgranas que a pesar de ello se mantienen fuera de los puestos de descenso tras la jornada de este fin de semana. Si en los anteriores partidos en el Alcoraz el equipo había merecido más, ante el Elche hay que dar por bueno el empate conseguido en el último instante y que evitó la derrota. La liga sigue muy dura por abajo y por ello los azulgranas necesitan ganar ya, y la primera oportunidad es el sábado que viene, de nuevo en casa, con el Alcorcón de Anquela.

En la clasificación, el Huesca se ha quedado en el puesto 18 con los mismos 13 puntos que tienen Tenerife y Ponferradina, que están en descenso. El Recreativo ha sido el más beneficiado puesto que con su triunfo ante el Numancia sale de los últimos cuatro puesto. También ganaba el Tenerife que respira y se acerca a puestos de salvación. En el lado negativo el Tarragona y el Albacete de Calderón, que es colista con 12 puntos, uno menos que el Huesca.

El equipo realizaba un entrenamiento de recuperación este domingo donde se veía en el ambiente que hay que seguir mejorando y como decía Helguera, ‘no obsesionarse’ y hacer lo que el equipo entrena y sabe hacer para acabar ganando en casa. El centrocampista fue expulsado y se perderá el encuentro con el Alcorcón. Helguera señalaba que le parecían injustas las dos tarjetas que vio. Sastre entrenaba al margen del grupo y habrá que ver si llega a tiempo para el sábado.

El Alcorcón lleva tan sólo dos puntos fuera de su campo, conseguidos en Albacete en la primera jornada y en Salamanca en la quinta. El resto de las salidas, todo derrotas. Será la vuelta de Anquela al Alcoraz donde dirigió al Huesca en 2ª B y que los últimos partidos ha seguido de cerca en la propia grada del campo oscense.

Tras el descanso del lunes, la plantilla azulgrana está citada el martes para volver a los entrenamientos, otra vez con la mirada puesta en otro partido en casa donde debe llegar por fin esa tan ansiada victoria que se resiste.