"Gran orquesta", de Peri Azar, rescata una parte de la historia del jazz en Argentina

Un baúl encontrado en un contenedor de deshechos de Buenos Aires, con dos mil partituras en su interior, de una big band que triunfó en el país a mediados del siglo XX, ha servido para que la cineasta Peri Azar, que vivió en Huesca durante once años, haya realizado un largometraje documental, que se presenta este lunes en el Festival de Cine de Huesca. La argentina conservó este archivo encontrado durante 19 años, hasta que decidió empezar a investigar, y se encontró con una parte de la historia de la música de su país, muy entroncada con la evolución de las clases sociales.

La investigación duró largo tiempo. Había que digitalizar las partituras, descubrir a través de ellas cómo era la música que había interpretado esa orquesta, encontrar a familiares de los músicos… Todo eso finaliza en un documental muy especial.

"Gran orquesta" se presentó recientemente en el BAFICI, el Festival de Cine Independiente más importante de América Latina, donde Peri Azar obtuvo el premio a mejor directora iberoamericana. Ahora la película se estrena en Huesca de forma internacional. Y es que no es un documental con intención biográfica, no se ha escrito la historia del jazz en Argentina. Según su autora, el documental solo tenía que servir para transmitir la sensación entre desolación y enorme amor del momento en el que alguien se encuentra con un archivo que fue muy importante para alguien, y decide que ese archivo va a contar una historia.

La conocida como Héctor y su gran orquesta de jazz triunfó en Argentina con jazz blanco, norteamericano, bailable tipo swing, y que como característica especial, había duplicado los instrumentos con lo que su sonido era espectacular. Su repertorio era muy ecléctico, mezclando con el jazz algunos boleros, rumbas, mambos o pasodobles. Hector Lomuto falleció en 1968 y su viuda en 1998. Posteriormente se vendió su apartamento y, como decía Peri Azar, “estas cosas que pasan cuando la gente se muere”, el baúl con sus partituras acabó en un contenedor.

Peri Azar, realizadora audiovisual, vivió en Huesca durante once años. Recuerda que la capital oscense fue el lugar en el que se convirtió en mujer, y, sin poder contener la emoción, asegura que “Huesca es casa”.

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