Oro parece...plata no es desde luego

Cristina Pérez

Imágenes como las que hemos visto estos días, desde luego, no son habituales. Ver entrar la bandera española en línea de meta y a un hombre subido al ?cajón? de número uno , envuelto en esos colores tampoco. Y menos en el mundo de la nieve donde el metal amarillo no se prodiga. Por lo menos desde hace treinta años, que no sé si usted sabe que fue Fernández Ochoa el que en Sapporo consiguió un oro para España.... ¿lo sabía?.

Ironías aparte Muehlegg , al que llaman ? juanito? por aquello de españolizar al alemán, ha sudado el oro en esquí nórdico. Y el sudor y la preparación y la voluntad y el tesón ganan el oro, primero, para uno mismo y después para el equipo o federación o país en el que, en ese momento, estés inscrito. Y es España. Le guste o no le guste, se haya emocionado usted más o menos con el alemán a su llegada a meta o le cueste entender su chapurreo, Johan Muehlegg ha dejado en el libro del olimpismo español dos oros como la copa de un pino.

Pero más importante aún debería de ser la lectura. Y no es otra que, a partir de ahora, el esqui de fondo empezará a despertar interés, a ser más conocido y, si lo saben hacer bien, a fomentar y potenciar a todas esas promesas de esquiadores jóvenes que, ahora mismo, entrenan en nuestras pistas aragonesas.

Todavía hay quien estará dudando si el oro es español o no es español. Que un alemán gane un oro para España, debería tener la misma lectura que la cubana Montalvo consiguiera una medalla para España en el Campeonato del Mundo en Atletismo o que Donato esté en la Selección Española o que Dugsevayed sea medalla olímpica con la selección de balonmano y así hasta el infinito.

Es oro. No hay duda. De lo que hay duda es de si en la Federación de Deportes de Invierno, serán capaces de dedicar tanto dinero, tiempo y esfuerzo para trabajar con otros corredores que puedan tener facultades.

El deporte español está de enhorabuena. Tenemos dos oros olímpicos.

Como siempre, deberia ganar , solo el deporte.