Pastelería Puyet, más de 200 años de tradición turronera

Este miércoles tenía lugar la entrega de los II Premios Cepyme Aragón que tratan de reconocer el esfuerzo, iniciativa y trayectoria de las pequeñas y medianas empresas aragonesas. Se otorgaban 33 reconocimientos, uno por cada comarca, en el caso de La Ribagorza, el galardón recaía en Pastelería Puyet. Carlos Puyet, quinta generación de esta empresa familiar, manifestaba en los micrófonos de Radio Graus, la satisfacción por recibir un premio que supone reconocer y valorar la trayectoria familiar. Aunque la persiana del negocio comenzó a levantarse hace medio siglo, la tradición turronera se remonta más de 200 años. Los primeros datos contrastados se remontan al siglo XIX con Felipe Puyet Castillón que vendía el turrón que él mismo fabricaba por las ferias. Le sucedió Felipe Puyet Fantón, el turronero de Graus, y a éste sus hijos, que extendieron la tradición por Lérida y Francia. Felipe Puyet Grau aumentó la tradición compaginando la venta del turrón con gorrinos, cuerdas o pienso y fue Felipe Puyet Sesé y su esposa Carmen Martínez quienes continuaron los pasos familiares y la labor pastelera abriendo la que hoy se conoce como Pastelería Puyet. En este tiempo, no sólo se ha diversificado el producto, sino que, ha sido y es fundamental, decía Carlos, escuchar al cliente y adaptarse aunque todavía hay clientes que buscan ‘ese sabor de toda la vida’, como por ejemplo, decía el del croissant de Puyet, o el de los turrones. Todas las generaciones de este negocio familiar han intentado superarse. El abuelo no sabía conducir y busco alguien que lo llevara en furgoneta, explicaba, o cuando sus padres introdujeron la nata. A la última generación le ha tocado llegar al cliente sea cual sea el lugar. Carlos Puyet concluía que este galardón le hacía recordar a su abuelo Felipe y las romerías y ferias a las que le acompañó.