Projecte home. Capítulo 2. Alcohol, la adicción más extendida

El consumo de alcohol en Menorca: una mirada desde la prevención

En este segundo capítulo de la serie que compartimos con Projecte Home Balears, hemos conversado con Alberto Borrás, terapeuta con larga experiencia en el ámbito de las adicciones. El tema de la charla fue el consumo de alcohol en Menorca, una realidad que, aunque muchas veces se vive con normalidad social, tiene consecuencias profundas tanto en la salud física y mental de las personas como en la estabilidad de las familias y de la comunidad en su conjunto.

El alcohol sigue siendo, a día de hoy, la sustancia más consumida en la isla. Está presente en las celebraciones, en los encuentros sociales, en las fiestas patronales y en la vida cotidiana. Precisamente por esta normalización, se corre el riesgo de subestimar los daños que puede provocar a corto, medio y largo plazo. El testimonio de profesionales como Borrás ayuda a poner sobre la mesa la importancia de tratar este hábito con seriedad y de reforzar las estrategias de prevención.

Alcohol y salud: efectos que no se pueden ignorar

El consumo de alcohol tiene una relación directa con numerosos problemas de salud. En el plano físico, el exceso puede derivar en enfermedades hepáticas, cardiovasculares, digestivas y un mayor riesgo de determinados tipos de cáncer. Sin embargo, uno de los impactos más relevantes se da en la salud mental: la relación entre consumo de alcohol y depresión, ansiedad o trastornos de conducta está ampliamente documentada.

Alberto Borrás destaca que muchas personas acuden a la consulta sin ser plenamente conscientes de que su malestar emocional está estrechamente ligado a un consumo mantenido de alcohol. “Es un círculo vicioso —explica—: se bebe para relajarse o escapar de los problemas, pero a medio plazo el alcohol los intensifica y los hace más difíciles de gestionar”.

Además, el alcohol no suele ser una adicción aislada. Con frecuencia se asocia al consumo de otras sustancias o a comportamientos compulsivos como el juego. Esto hace que la detección temprana y el acompañamiento terapéutico sean todavía más importantes.

Impacto en la familia y en la vida social

El consumo problemático de alcohol no solo afecta a la persona que bebe, sino también a su entorno más cercano. Las familias sufren tensiones, discusiones y, en ocasiones, situaciones de violencia o desestructuración. Para los hijos, crecer en un hogar marcado por la adicción puede dejar huellas profundas a nivel emocional y relacional.

En Menorca, como en otras partes, se añade un elemento cultural: beber es socialmente aceptado, incluso esperado, en determinados contextos. Las fiestas patronales son un ejemplo claro. El alcohol se asocia a diversión y convivencia, pero el exceso trae consigo accidentes, conductas de riesgo y problemas de convivencia vecinal. Es aquí donde las campañas de sensibilización juegan un papel clave.

Projecte Home Balears ha colaborado en diversas iniciativas que buscan transmitir un mensaje sencillo pero contundente: disfrutar de las celebraciones no está reñido con el consumo responsable. La prevención no consiste en demonizar las tradiciones, sino en dotar a la ciudadanía de herramientas para proteger su salud y la de los demás.

Un reto colectivo: educar y sensibilizar

Frente a la normalización del alcohol, la respuesta debe ser colectiva. Las administraciones públicas, las entidades sociales, los centros educativos y, por supuesto, las familias, tienen un papel fundamental en la construcción de una cultura de prevención.

La educación temprana en hábitos saludables, la información clara sobre los riesgos del alcohol y la disponibilidad de recursos de ayuda son pilares indispensables. Tal como recuerda Alberto Borrás, “la adicción al alcohol es una enfermedad, no una falta de voluntad. Y como tal, necesita comprensión, tratamiento y acompañamiento”.

En Menorca existen recursos de apoyo, pero todavía queda trabajo por hacer para romper el silencio y el estigma. Hablar del alcohol sin tapujos, reconocer sus riesgos y asumir que detrás de un consumo excesivo puede haber sufrimiento es el primer paso hacia una sociedad más consciente.