¿El ministerio de Interior no sabía nada?

Antonio Tejero celebró el 33 aniversario del 23F en un cuartel de la Guardia Civil en Valdemoro, en Madrid. El anfitrión, su hijo, el teniente coronel Antonio Tejero Díaz. La celebración consistió en un almuerzo, una paella, al que no solo asistió Tejero y su hijo, estaban también otros de los implicados en la intentona golpista, entre ellos el ex capitán Jesús Muñecas Aguilar, pendiente de la vista de extradición a petición de una juez argentina por delitos de torturas cometidos durante el franquismo. Esto no es una ficción, ni siquiera un mal chiste. Es una realidad, un hecho acontecido el 18 de febrero y que hoy la ha costado al hijo de Tejero su puesto de jefe de Grupo de Reserva y Seguridad. Ha sido cesado de manera fulminante por el ministro del Interior. Que o no se había enterado de nada o no le había parecido importante la escena del cuartel. Lo ha publicado El País y en menos de una hora se ha producido el cese. Es posible que la comida conmemorativa de pie a muchos chistes, que más de uno se sonría al enterarse, pero es realmente preocupante, han pasado 33 años de ese intento de golpe de Estado y en este país hay nostálgicos que usan dependencias de la Guardia Civil para satisfacer esa nostalgia, y la comparten con miembros en activo de la misma Guardia Civil. Y lo peor es que en el ministerio del Interior no se enteran de la celebración hasta que lo publica un periódico. Esta vez la reacción ha sido rápida. No cabía otra posibilidad.