Satisfechos los mercados, toca cumplir con los portugueses

Portugal dejará de ser un país rescatado el próximo 17 de mayo. Es el segundo país, tras Irlanda, que consigue acabar con el protectorado financiero de la Troika y hacerlo sin nuevas muletas, si ayudas económicas de transición a su salida a los mercados para auto-financiarse. El primer ministro conservador, Passos Coelho lo anunciaba anoche, pocas horas después de recibir el último cheque de los 78.000 millones de euros que recibió cuando la especulación en torno a sus bonos en los mercados los llevaron al borde del abismo en plena crisis del euro hace tres años.

Pero hoy hay que insistir en que esos 78.000 millones han salido directamente del bolsillo, los derechos, los servicios públicos, la calidad de vida, las expectativas y el futuro de muchos portugueses empobrecidos y de otros que no tienen más salida que la emigración. ¿Podría haber sido de otro modo si se hubiera gestionado de otra manera la crisis del euro? Nadie va a responder a esta pregunta ya. Lo único cierto es que se ha cumplido con los mercados y con los acreedores de la deuda multiplicada por la especulación de aquellos días estimulada por la debilidad del euro y a la debilidad de la política. Con ellos se ha cumplido, sí, como dijo anoche Passos Coelho. Ahora toca cumplir con los portugueses. Porque la austeridad va a seguir, ¿pero hasta cuándo? ¿Qué derechos podrán recuperarse, qué servicios públicos restaurar?

Habrá que escuchar atentamente lo que tienen para ellos, como para los parados españoles, los candidatos europeos que este viernes comienzan oficialmente la campaña