El Mallorca "a punto" de resucitar al Elche.

Campo difícil en cuanto a estadísticas para los mallorquinistas y que se pintaba con un escenario tenebroso antes del choque con truenos y un aguacero que retrasó en media hora el comienzo del último partido de la jornada 8 de la Primera División Española de Fútbol.

El Mallorca repetía con los mismos jugadores que se batieron al Barça, exceptuando el cambio obligado de Jaume costa por Cufré en el lateral izquierdo. El resto, un copia pega. El encuentro comenzó con un Mallorca que navegaba cómodo sobre la tormenta meteorológica y que tardó 36 segundos, tan solo en ver como Muriqi fallaba un gol cantado, solo delante de Edgar Badia.

Un equipo al que se le acusaba de no ser incisivo en ataque, las tuvo de todos los colores, inclusive la jugada que protagonizó Antonio Sánchez y en la que termino derribado dentro del área. El colegiado no vio nada en directo, pero el VAR le avisó y Pizarro castigó el pisotón de Bigas sobre el centrocampista balear y señaló la pena máxima. Muriqui, nombre propio de la primera parte, protagonizando malas noticias, erro el lanzamiento. Badia se colgaba la medalla de héroe local.

El Elche no había ni olido la portería bermellona, hasta que en el minuto 15 Gumbau puso muy bien un lanzamiento de córner que Ponce envío al fondo de la red para el 1-0. Todo lo de la primera parte pasó en 15 minutos. A partir de ahí juego tosco de un Mallorca que intentaba levantar el noqueo y contención de un equipo local que se vio por delante con la que estaba cayendo…

En el segundo periodo sí que pasó de todo y durante todo el acto, bien merece una noticia aparte. Dejó de llover, pero realmente fue cuando comenzó la tormenta. Ambos equipos espolearon banquillos para mover algo en el segundo periodo, primero los locales, entró Boyé que se convertiría en noticia en cuestión de 3 minutos, cuando le marcó un plantillazo a Valjent que le costó la roja directa. Pizarro tomó la decisión después de que fuera avisado por el VAR a revisar la acción.

Aguirre novio banqueta y dio entrada a Ángel. Con el partido transcurriendo y el público del Martínez Valero enfadado con el árbitro, todavía quedaba más. En una salida a destiempo de Edgar Badia impacto de forma grotesca contra Antonio Raíllo y Pizarro, esta vez pitó sin dudar de nuevo pena máxima.

Muriqui se armó de valor y volvió a hacerse protagonista para transformar desde los once metros. 1-1 con un Martínez Valero crispado. El Mallorca tenía 20 minutos por delante un amplio descuento para intentar llevarse el triunfo a domicilio. Grenier se libró de la roja en una acción similar a la que protagonizó Lucas Boyé a destiempo que le costó su participación en el choque.

A cinco minutos del final, Muriqi le plantó un manotazo en un forcejeo a Pere Milla y le costó la expulsión. Goles, penaltis, expulsiones en ambos conjuntos, un carrusel de amarillas, polémicas y tensión en un partido al que todavía le quedaban 9 minutos de descuento.

Al final reparto de puntos en una noche futbolística que terminó con una falta de Verdú contra la barrera, mientras las dos aficiones, por un interés u otro, contenían la respiración. El Mallorca no supo aprovechar su partido, cuando pudo haber zanjado medio choque en los primeros ocho minutos y acabó pagando el pundonor de un equipo que no tiene mucho más que perder en lo que va de campaña y al que se le sigue resistiendo la victoria.

Un punto digno y a punto de un digno susto. Lo próximo para el Mallorca, -sin los servicios de Muriqi- el Sevilla el próximo sábado.