El Tenerife sigue de dulce

Santa Cruz de Tenerife

La fiesta volvió al estadio en otra noche de alegría tras otra victoria, sufrida, pero victoria de mucho valor. Otra cita de alta dificultad se presentaba en el Heliodoro para el CD Tenerife en las primeras rampas de la temporada. Oviedo, Huesca, Zaragoza, Andorra y ahora llegaba a la isla uno de los grandes animadores de la temporada pasada, el Albacete, justo antes de proseguir duros enfrentamientos ante Sporting, Español y Eibar para completar un exigente septiembre. Para el partido ante los manchegos, Garitano movió piezas en defensa para situar a Aitor Buñuel y Medrano como titulares en los laterales, mientras que mantuvo a Corredera y Sergio como pivotes, volviendo al cuarteto ofensivo formado por Roberto López, Waldo Rubio, Luismi Cruz y Enric Gallego. Salió envalentonado el Albacete, con mucha presencia en campo contrario y pisando el área con peligro. El Tenerife lo pasaba mal y estaba impreciso y con agujeros atrás. Además, dos tarjetas amarillas para Sergio y Enric complicaban el panorama. Pero sobrevivió el equipo de Garitano y así apareció Luismi Cruz dentro del área para que lo derribaran y con el consiguiente penalti que transformó Gallego para el 1-0 en el minuto 17. El gol no durmió al conjunto albaceteño que acabó marcando poco después, pero afortunadamente, tras revisión del propio colegiado con el monitos a instancias del VAR, el tanto fue anulado. Eso le dio alas al Tenerife que, tras una jugada magistral y una asistencia de tacón de un estelar Enric, dejó solo a Roberto López para marcar el 2-0 en el 36 de partido. Un Tenerife irregular se marchaba al descanso con dos tantos de ventaja y con la tranquilidad de que la ofensiva manchega no diera frutos a los de Rubén Albés.

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Garitano dio entrada a Bodiger en lugar del amonestado Sergio González en tiempo de descanso, con lo que el centrocampista francés debutaba con el Tenerife tras solo tres entrenamientos con sus nuevos compañeros. El guion del partido siguió igual en cuanto al dominio claro del rival con un Tenerife agazapado y sin chispa. Salió también Mellot desde el banquillo para reforzar el ala derecha con el francés de lateral y Buñuel por delante. No obstante, Soriano seguía guardando las llaves de su portería y, aunque el partido era poco vistoso para el espectador, lo importante era mantener la ventaja de dos goles y que los minutos fueran pasando. Se le fue acabando la gasolina al Albacete y aprovechó el Tenerife para ganar confianza y Garitano para refrescar el ataque con Teto y Ángel. Finalmente, claudicó el cuadro de Albés y el Tenerife se alzó con un triunfo que lo sitúa entre los mejores con 12 puntos en cuatro jornadas.