"¿Influencer? No me jodas": el incisivo Encuentro SER Canarias celebrado en La Palma sobre periodismo y mentiras con Jon Sistiaga

Santa Cruz de La Palma

El Encuentro SER Canarias "Periodismo, nuevas narrativas y fake news" ha sido todo un éxito en La Palma. Jon Sistiaga, que ha estado presente en la mayoría de los conflictos que han cambiado el rumbo de la historia en los últimos vente años, disertó sobre el momento crítico en que se encuentra la profesión del periodista. "Somos un poco los últimos mohicanos de una forma de entender el periodismo. Nunca se ha mentido tanto. Cada día, cada hora, cada minuto, se lanzan tormentas de mentiras", empezó explicando el reportero.

Haciendo una analogía con el nazismo, "esto es un fenómeno cíclico que las personas que se dedican a tratar de conformar nuestras mentes, van, cada cierto tiempo, descubriendo nuevas fórmulas para engañarnos a todos. La radio fue el gran descubrimiento para Goebbels y consiguió convencer a un montón de millones de personas que había que eliminar a otros millones de personas y que aquello no era tan malo y que era necesario", explicó Sistiaga.

El papel de las instituciones

El alcalde de la localidad, Jonathan de Felipe León, participó de la conversación dando el punto de vista institucional. "No es nada habitual que un alcalde decida apostar por reunir a sus vecinos y a los jóvenes del municipio para hablar de un tema tan trascendental", empezó diciendo Lourdes Santana, directora regional de la Cadena SER en Canarias en su bienvenida. "Como la fábula del colibrí en la selva, que va a apagar el fuego en el Amazonas, y dice, al menos, yo con mi piquito estoy haciendo mi parte, estos espacios de debate hacen que, de alguna forma, se tambaleen los pilares de esta sociedad", dijo Jonathan de León Felipe, alcalde y anfitrión.

Cuando se jodió el Perú

"¿Cuándo empezó a joderse el Perú?", preguntó Sistiaga. "Los atentados del 11-M. Totalmente. Ahí permitimos que una parte de un gobierno y que una serie de medios de comunicación nos estuvieran mintiendo a la cara", explicó. "No se miente igual que no se mata. Bien, ¿en qué momento dejamos que nos mintieran? ¿En qué momento permitimos que nos mintieran a la cara? Joder. Que nos trataran por tontos", añadió el periodista.

En el ámbito internacional, Sistiaga sitúa el gran cambio en 2016. "Los grandes manipuladores descubrieron que gracias a las redes sociales era más fácil convencer a millones de británicos de que había 75 millones de turcos de camino hacia las islas para invadirlos. ¿En qué momento les convencieron? Pues les convencieron. Las redes sociales pueden ser un fenómeno de manipulación de masas", añadió.

El peligroso papel del algoritmo

El algoritmo es nuestro nuevo jefe. Un jefe imprevisible y desconocido cuyo objetivo no es informar, sino ganar dinero. "Ese clic en noticias referidas a la inmigración, o al fútbol, o a la ocupación, o a lo que sea. No sabes por qué, pero en tu timeline de Twitter o de lo que sea empiezan a aparecer noticias referidas a ese tipo de cosas que a ti te atañen. Y al final, aunque tú no lo sabes, las elecciones son dentro de dos meses, pero ellos ya te están dirigiendo tu voto", explica Sistiaga.

Ante esto, el periodismo tiene un papel ciertamente difícil. "Yo soy honestamente subjetiva", dijo Verónica Martín, la periodista que estuvo al frente de la comunicación institucional durante la pandemia. "Cuando tú ejerces tu profesión, estés donde estés, lo tienes que hacer con honestidad. Fue precisamente en la pandemia cuando se empezaron a poner todas las verificaciones en Facebook, en Twitter y demás", añadió.

Todo eso nació por una necesidad, "recuerdo tener conversaciones con Twitter España, con Facebook España para decir cómo hacemos esto mejor, e incluso darnos servicios gratuitos para promocionar la vacunación", relató Martín, que destacó el papel de aquellos periodistas que ejercen su trabajo con responsabilidad desde los gabinetes de comunicación, sin convertirse en los enemigos de la verdad.

¿Influencers? No me jodas

El tercer punto clave de la conversación fue la pérdida del monopolio por parte de los medios tradicionales y la devaluación de la verdad. "Cuando la importancia de la verdad y la verificación de los hechos cae, suben como la espuma los influencers que te cuentan mentiras a la cara de manera directa. ¿Quién nos va a contar ahora las cosas? ¿Un influencer? No me jodas", dijo Sistiaga de un modo categórico.

No obstante, la conversación también incorporó notables críticas a los medios tradicionales, cuya pérdida de credibilidad ha reforzado el papel de los creadores de bulos. A pesar de ello, Sistiaga concluyó con un mensaje esperanzador. "La verdad volverá a ser importante. Personajes como Alvise tienen los pies de barro, porque sus seguidores han empezado a descubrir el pastel. Las mentiras tienen las patitas muy cortas", concluyó con un aplauso masivo.