El Parque Nacional de Cabañeros 'aplaca su sed'

Ciudad Real

Las lluvias que está cayendo durante estos días en la provincia, están viniendo muy bien para los dos Parques Nacionales de la región. En el caso de Cabañeros, en las provincias de Ciudad Real y Toledo, el agua caída en los últimos días está haciendo que los arroyos y cascadas vuelvan a correr por este espacio natural, como nos ha explicado Jesús Pozuelo, vicepresidente de la Asociación de Ecoturismo de España y uno de los responsables de la empresa Visita Cabañeros.

De hecho parte de la ruta del Boquerón del Estena, una de las más transitadas, se ha tenido que cerrar a la altura del segundo puente, ya que el propio río Estena impide poder continuar. El alcalde de la localidad, Isidro Corsino, alcalde de Navas de Estena, localidad donde se encuentra este itinerario senderista, ha vuelto a solicitar la construcción de un puente con una estructura más fuerte para evitar que se vea afectado por las crecidas del río.

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Aunque esta ruta, una de las más demandas por los visitantes al parque nacional, no está cerrada, sí está limitada hasta la zona del segundo puente, donde el agua del río Estena impide poder continuar este trazado.

En la comarca de Cabañeros, situada en el oeste de la provincia de Ciudad Real, son muchos los arroyos que están volviendo a ver cómo el agua circula por sus cauces después de meses de encontrarse completamente secos.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, en declaraciones a Efe, ha explicado que a pesar de la crecida del río Estena, en la zona occidental las aportaciones de los cauces fluviales son poco significativas, de momento.

Moraleda ha comentado que habrá que esperar a ver cómo evolucionan las lluvias para comprobar si tienen un reflejo positivo en las aportaciones a los cauces fluviales.

En cualquier caso, ha señalado que el río Estena alcanzó anoche 9 metros cúbicos por segundo (m3/s) en Helechosa, si bien el cuadal circulante había bajado entorno a 7 m3/s a media mañana de este viernes.

En el caso del río Estenilla ha comentado que su cauce había subido alrededor de 6 m3/s en Anchuras.

Las aportaciones de estos dos ríos tendrán un efecto beneficioso sobre las reservas del pantano del Cíjara que tan sólo cuenta con unas reservas de 247.28 hectómetros cúbicos de agua, por lo que se encuentra en una cota de llenado del 16,42 % del total de su máxima capacidad.

Tablas de Daimiel

En cuanto a las Tablas de Daimiel, Pozuelos, que es también gerente de la empresa Destinos Manchegos, habrá que esperar para ver como repercuten. De momento el complejo lagunar no llega al 10 por ciento del total de su superficie inundable, de unas 1.750 hectáreas, y aunque las lluvias no van a afectar de una manera inmediata a este espacio si podría hacerlo en los próximos meses, más allá de lo que cae directamente sobre el propio vaso de las lagunas.

Se espera que recarguen el acuífero del que se nutren y que las lluvias caídas en la serranía conquense y en el Alto Guadiana acabe repercutiendo a través del río Gigüela, que desagua en este espacio. Un espacio natural que ha reabierto al público durante estos días el itinerario de la Isla del Pan, tras su restauración medioambiental que lo ha devuelto al mismo estado de mediados de los años 50 del pasado siglo.

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel había comenzado a finales del mes de noviembre a inundar de forma artificial esta zona del parque que se encontraba seca y en donde también se han llevado a cabo importantes obras de restauración ambiental.

El itinerario de la Isla del Pan es el más conocido del parque y recorre diez hectáreas a través de pasarelas de madera, construidas en el año 1980, que saltan de isla a isla y hacen posible que los visitantes puedan adentrarse en este humedal.

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La obra de restauración ambiental, que ha incluido la restauración de estas pasarelas de madera, se produce después de que los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha hayan invertido 500.000 euros, procedentes de los fondos de recuperación europeos Next Generation en este proyecto.

Los trabajos comenzaron el pasado 27 de julio y fueron aprobados previamente por la Comisión Mixta de gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha, después que a ellas se opusieran los colectivos ecologistas que consideraban una obra de "maquillaje" esta actuación.

Además, Ecologistas en Acción (EA) se oponía a esta propuesta presentada por la dirección del parque nacional con el apoyo del CSIC, porque la consideraban "un atentado ecológico contra el parque nacional" al conllevar un tremendo movimiento de tierras, sedimentos y materia orgánica, bajo la excusa de que se había producido la colmatación del entorno de las pasarelas que sirven para la visita del parque nacional.

Por el contrario, la Comisión Mixta de gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha entendía que eran necesarias para revertir estos procesos de colmatación de sedimentos y vegetación.

Durante los trabajos se ha procedido al desbroce del carrizo y enea que cubría gran parte de esta zona, trasladando todo el material segado junto con los cúmulos de biomasa vegetal muerta existentes fuera de la cubeta del humedal, a parcelas propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales.

También se ha llevado a cabo el decapado superficial mecánico de los sedimentos acumulados, que, igualmente, han sido transportados fuera de la cubeta a las parcelas propiedad del Organismo Autónomo Parques Nacionales.

Estas actuaciones se completarán en años posteriores con plantaciones de masiega buscando la recuperación del masegar original de la zona.

De manera auxiliar se han llevado a cabo trabajos de mejora en el itinerario mediante la sustitución del tramo de pasarela entre la isla de los Tarayes y Maturro y del observatorio del Maturro, así como el reforzamiento de otros tramos de pasarelas existentes.

El proyecto de restauración ambiental, elaborado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), proponía estas medidas para revertir la degradación del emblemático itinerario de las pasarelas de las Tablas de Daimiel, como consecuencia de la acumulación de materia orgánica y la producción de fango orgánico.

El director general de Medio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible y presidente de la Comisión mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha, Félix Romero, explicaba este verano que la superficie inundable del itinerario de la isla del Pan se encontraba en regresión debido a la acumulación de sedimentos y de materia orgánica, lo que hacía proliferar las algas que causaban malos olores.

Romero defendió que era "urgente" la retirada de la vegetación muerta y los lodos acumulados en la cubeta, reducida en superficie por el desarrollo de plantas subacuáticas que no eran las propias de esa parte del espacio natural.

Asimismo, dijo que el objeto de esta actuación, era recuperar las zonas inundables libres de vegetación y especialmente su masegar original, principal hábitat del parque, así como las praderas de plantas subacuáticas, contribuyendo a restaurar su biodiversidad y sus valores, para el conocimiento y disfrute de los visitantes del parque nacional.

Precisamente las lluvias, según destaca el vicepresidente de Asociación de Ecoturismo de España, podrían estar detrás de las cifras de turismo de naturaleza de estos días; más parecidos al de un fin de semana normal que a las de un puente.