Pasajeros al tren

Toledo

Déjenme que les cuente la historia de un amigo mío de Ciudad Real. Digamos que se llama Mario. Cuando tenía 18 o 19 años desaparecieron los trenes de cercanías para dar paso a la alta velocidad. Ciudad Real y su provincia eran, ya sea por situación geográfica o no, pioneras. Los AVES y sus lanzaderas abrían a los habitantes de pequeñas ciudades una ventana enorme para trabajar en Madrid. Mario pocos años después empezó a utilizar diariamente ese medio de transporte, el tren de alta velocidad. Treinta años después sigue trabajando en Madrid, adonde se desplaza como unas mil personas más a diario.

Su rutina cotidiana es ir y venir a la capital de España con retrasos a la ida o a la vuelta , o ambas, un día sí y otro también. Retrasos que debe justificar, un día sí y otro también, en su puesto de trabajo. Retrasos que se quedan colgados en el aire de lo injustificable porque Renfe culpa a Adif y Adif culpa a Renfe y al final quien se lleva la culpa es el usuario, su jefe a él no le disculpa porque el tren no llegue.

Las esperas eternas en el andén, con la entrada ajustadísima, con pocos minutos, como si fueran borregos, ya se ha convertido en un clásico.

Muchas veces da igual el número de asiento o de vagón ,que haya seleccionado en su billete, porque cambian los convoyes y los usuarios del tren, sin preaviso ninguno, tienen que sentarse donde pueden, no donde deben según pone en su billete.

Más de una vez el número de vagones se ha reducido y los usuarios se han visto obligados a cazar sitio, como pueden, o incluso en algunas ocasiones han tenido que viajar de pie, sí de pie de Ciudad Real a Madrid. ¿En serio esto es legal?

Mario está harto de retrasos, esperas, asientos inexistentes, cambios de vagones, caos. Porque la realidad es que Mario y otros miles de pasajeros no viajan en AVE, viajan en AVANT, el hermano pobre de la alta velocidad. Un cercanías, con un poco de 'brilli-brilli' para que no parezca tan cutre pero maltratado absolutamente, porque parece que a RENFE ahora sólo le interesa cuidar a las líneas de AVE en las que se ha abierto el mercado y les ha salido competencia.

Y esta historia de Mario no se circunscribe solo a Ciudad Real, piensen en el servicio en otras líneas de nuestro país, piensen en la reducción de trenes Madrid-Toledo…Cuando nos vendan aquello de la puntualidad y el buen servicio, piensen que en este caso tampoco somos todos iguales, porque unos viajan en trenes del futuro y otros en trenes del oeste. Es una opinión de una Toledana de Toda la Vida