Adiós a Evaristo 'El Rey de los bocatas': 'Espero que el mío sea el último pequeño comercio que cierre'

Ciudad Real

Cuando un pequeño comercio de bario cierra, la ciudad pierde parte de su alma. Una situación que se puede ver en casi todas las ciudades españolas: donde antes había tiendas ahora son locales vacíos con un cartel de se alquila o se vende, dejando sin parte de esa vida callejera a toda la zona.

Comerciantes cercanos a los que todos los vecinos conocen por su nombre, y viceversa. Es lo que le ha pasado a Evaristo Ruiz que tras una década al frente de una pequeña tiende de alimentación ha bajado la persiana.

Unos problemas en sus rodillas le van a llevar al quirófano y han sido el detonante para tomar la decisión: cerrar su un ultramarinos y buscarse la vida de otra manera. Diez años luchando día a día, con una pandemia por medio, recibiendo a los clientes ataviado con la típica bata de tendero de doble botonera y con La SER, casi siempre, de banda sonora.

De hecho llegó a entrar en directo a nivel nacional con Angels barceló, a la que invitó a los carnavales de Miguelturra. También le recomendó unos vinos, por supuesto de la tierra, a Carles Francino. A ambos ya les reconocía en septiembre de 2019 que este tipo de establecimientos se habían quedado para los olvidos, para las compras de última hora.

El duro caminos de los pequeños comerciantes

Evaristo se ha mostrado en los micrófonos de la SER satisfecho y agradecido por todo este tiempo al frente del negocio y ha reflexionado sobre el futuro de las pequeñas tiendas que han sido capaces de adaptarse a duras penas a la llegada de los grandes comercios, pero que no están pudiendo hacer frente a la compra 'on line'. Espera, dice, que la suya sea la última que cierra.

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En este comercio de la calle Tinte, tras un toldo azul en el que todavía se puede leer 'Alimentación Ruiz' podíamos encontrar en sus estanterías ya vacías de casi de todo: charcutería, bollería, pan de verdad, leche, aceite, vinos, verduras, frutas y todo tipo de deliciosos dulces de toda la provincia. El los últimos años había incorporado otra novedad: los bocadillos de embutido. Algo que seguro que van a echar de menos los alumnos de la escuela de Artes Pedro Almodóvar, ubicada a pocos metros, o del Colegio Salesiano Hermano Gárate, también muy cercano, que cada recreo copaban este pequeño espacio para realizar un tentempié.