Joker: Folie à Deux
Este personaje, desde luego, da para mucho análisis social, nos hemos encontrado con un personaje nada ajeno a los sentimientos

La mirada de Toledo: Joker: Folie à Deux (11/11/2024)
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Toledo
Pues sí, a mí me ha gustado mucho, incluso mucho más que la primera. Creo que siempre voy a contracorriente. En esto de las pelis, también. Si la crítica dice que una peli es buenísima me da por no verla, como me ocurrió con el Titanic, debo confesar que la acabo de ver recientemente, 27 años después de su estreno, y que me da hasta vergüenza decirlo porque, además, es una peli que utilizo en clase para explicar el concepto de desigualdad social. El destino del Titanic ilustra de forma dramática las consecuencias de la desigualdad social en las expectativas vitales de las personas, quién se salva y quién no.
Sin embargo, leo las malas críticas del Joker, y me da por ir a verla al cine y seguramente la vuelva a ver varias veces ya que me he quedado con dudas que puedo resolver si la reviso dos o tres veces más. La actuación de Joaquin Phoenix vuelve a ser excepcional, ni siquiera sería capaz de reprocharle cómo canta, de verdad que no creo que sea un musical sino más bien una forma de expresar ciertos diálogos, a través de la música y el baile y que muestran las distintas emociones y sentimientos del personaje.
Y creo que este puede ser el punto en el que la crítica se apoya, mucha gente está viendo el Joker, buscando encontrar al personaje inicialmente de comic, el criminal más notable de Gotham City y enemigo principal de Batman, que si bien ha ido sufriendo modificaciones en el transcurso del tiempo, mantiene la esencia de villano que no manifiesta empatía, conciencia o preocupación por las consecuencias de sus acciones, un psicópata de manual para unos, sociópata para otros, e incluso héroe para otros tantos.
En este caso también podríamos hablar de desigualdad social, no digo que justifique la violencia, pero es importante que el dónde nacemos, el cómo crecemos, con quiénes nos relacionamos, lo que esperan los demás de nosotros, o lo que nosotros somos capaces de ser, según nuestras condiciones socioeconómicas, los apoyos familiares, educativos, psicológicos y de gestión emocional con los que contamos, entre otros, son factores que marcan, sin duda, nuestro devenir en la sociedad. Este personaje, desde luego, da para mucho análisis social, nos hemos encontrado con un personaje nada ajeno a los sentimientos, que mantiene un trastorno mental al que, a la sociedad en general y a su entorno en particular no parece importarles mucho.
¿Se imaginan que el Joker, el del comic, fuera un psicópata de manual, y además de clase social alta?
Me queda el consuelo de que al menos, a mi amigo Rober, el del Barça y fan de Stallone, también le gustó, aunque dice que el rollo musical le dejó un poquito descolocado.

Natalia Simón
Directora del departamento de Filosofía, Antropología, Sociología y Estética de la UCLM




