Depresión, celos e hipersexualidad: los síntomas más desconocidos del párkinson

Cuenca

El próximo 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que, a pesar de su alta prevalencia, sigue siendo una gran desconocida en muchos aspectos.

Los síntomas motores más habituales del párkinson son los temblores, la dificultad de movimiento o la rigidez muscular, pero entre sus manifestaciones menos visibles están los síntomas neuropsiquiátricos, que afectan de manera significativa a la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Para arrojar luz sobre esta realidad, en el espacio de la Escuela de Salud que coordina Beatriz Hernández y que emitimos los miércoles cada quince días en Hoy por Hoy Cuenca, hemos conversado con las neuropsicólogas de la Asociación de Parkinson Cuenca, Shara Langreo y Gracia Valiente quienes nos han explicado cómo se presentan estos síntomas y cuál es su impacto.

Síntomas desconocidos

Según Langreo, estos síntomas son “los grandes desconocidos” de la enfermedad y afectan especialmente a los pacientes más jóvenes. “Aproximadamente un 15% de las personas con párkinson experimentan trastornos de control de impulsos, lo que puede derivar en conductas como apuestas, compras compulsivas, hipersexualidad o celos hasta el punto de convertirse en un trastorno, lo que se denomina celotipia”, explica Langreo. “Estos trastornos pueden generar importantes problemas a nivel personal, social y económico”.

Uno de los factores que influyen en la aparición y agravamiento de estos síntomas es la medicación. “Los tratamientos dopaminérgicos, especialmente los agonistas de la dopamina, afectan al sistema de recompensa del cerebro, lo que puede potenciar estos comportamientos”, señala Langreo. “Por ello, es fundamental un trabajo coordinado entre neuropsicólogos y neurólogos para ajustar la medicación y minimizar los efectos adversos”.

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Impacto en cuidadores y familias

El impacto de estos síntomas no se limita al paciente, sino que también afecta profundamente a sus cuidadores y familiares.

“Muchas veces los cuidadores se ven desbordados porque no saben cómo manejar estos comportamientos. La hipersexualidad y los celos irracionales pueden generar tensiones en la pareja y en el entorno familiar, lo que lleva a un desgaste emocional considerable”, explica Langreo. “Además, estos problemas suelen quedar ocultos debido al estigma o la vergüenza, dificultando su tratamiento”.

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Depresión, ansiedad y alucinaciones

Por otro lado, Gracia Valiente destaca la importancia de los síntomas neuropsiquiátricos más frecuentes en los pacientes con párkinson, como la depresión, la ansiedad y las alucinaciones.

“La depresión afecta hasta a un 50% de los pacientes y muchas veces precede a los síntomas motores. Sin embargo, en el párkinson se manifiesta más con apatía y fatiga que con tristeza evidente”, explica. “La ansiedad, por su parte, se presenta en el 40% de los casos y puede adoptar formas como fobia social, trastorno de pánico o ansiedad generalizada”.

Uno de los síntomas más impactantes y menos comprendidos por la sociedad son las alucinaciones y los delirios. “Las alucinaciones visuales son las más frecuentes y pueden consistir en ver personas o animales en casa. Aunque el paciente suele ser consciente de que no son reales, pueden generar angustia, sobre todo cuando ocurren por la noche y se confunden con los sueños”, señala Gracia. Estas experiencias pueden derivar en trastornos del sueño, lo que agrava el agotamiento físico y mental de los afectados.

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Trastornos del sueño

Además, el insomnio y otros trastornos del sueño son comunes en el párkinson. “Las dificultades para conciliar el sueño, los despertares frecuentes y los sueños vívidos pueden empeorar la calidad de vida de los pacientes. En algunos casos, los movimientos involuntarios durante el sueño pueden ser tan intensos que terminan despertando a la persona o incluso provocando caídas de la cama”, comenta Langreo.

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Visibilizar los síntomas

Ante esta realidad, desde la Asociación de Parkinson trabajan para visibilizar estos síntomas y ofrecer apoyo tanto a los pacientes como a sus familias. “Es fundamental que las personas con párkinson y sus cuidadores reciban información y acompañamiento. Muchas veces los pacientes no hablan de estos síntomas por vergüenza o desconocimiento, por lo que nuestra labor es ayudarles a identificar y manejar estas situaciones”, concluye Langreo.

En el Día Mundial del Parkinson, es crucial recordar “que la enfermedad no solo afecta al movimiento, sino también a la salud mental y emocional de quienes la padecen”, apuntan desde la asociación conquense. “La sensibilización y el apoyo profesional pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de los afectados y sus seres queridos”.