La fugacidad de la vida

Ciudad Real

A veces ocurren sucesos inesperados y llamativos que provocan en nosotros determinadas reflexiones. Este el caso del accidente de helicóptero en el que ha fallecido nuestro paisano de Puertollano, Agustín Escobar, su mujer y sus hijos en un día que, en principio, tenía que haber resultado muy feliz. Es, en estos hechos, cuando se nos manifiesta lo imprevisible que es la muerte y, también, cuando se nos muestra que está más presente de lo que pensamos. En Occidente, sobre todo, solemos vivir de espaldas a ella. Quizás vivimos de un modo demasiado material y no la consideramos mucho como una parte de la vida.

Leí hace unos días una reflexión de Antonio Gala que me gustó muchísimo, que decía: “ Nosotros somos de la vida, ella no es nuestra”. Es verdad, pensamos que la vida es nuestra, que nos corresponde y, en cambio, somos una mínima gotita de polvo en ese inmenso universo que nos envuelve. Por eso, es verdad que en cualquier momento podemos desaparecer, aunque no lo pensemos, y hechos como este nos avisan de lo fugaz que es nuestro paso por la vida y por este planeta. Por eso tenemos que darle menos importancia a cosas que, a veces, nos resultan muy preocupantes pero que, no lo son porque lo único importante es estar en paz, que no sabemos cuándo se va a acabar este precioso regalo.