Verano toledano...¿Un desafío?

La mirada de Toledo: Verano toledano...¿Un desafío? (26/06/2025)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Toledo (Toledo)
Buenos días nos dé Dios, don Carlos.
Cerramos temporada de firma de opinión de los jueves dando casi la bienvenida al verano aunque, en verdad, este año se ha adelantado y con creces podríamos decir. No puedo negar que la cuestión climatológica nos ha acompañado —o más bien habría que decir: la cuestión climatológica he querido que nos acompañase— en más de una ocasión a lo largo de esta temporada. Empero, es un tema que tanto a nivel nacional como a nivel local se presta mucho a ello. En el caso específico toledano, cuando has tenido el honor, el placer y el privilegio de estudiar la Historia de la Ciudad Imperial, puedes comprobar que es un asunto recurrente a lo largo de la Historia para los toledanos.
En el plano netamente personal, debo decir que el verano es la estación que menos me gusta para la urbe del Tajo y creo firmemente que es la que peor le sienta. Esas temperaturas cercanas a los 40º o más en múltiples ocasiones…Ufff, pero, sobre todo, esas largas y agotadoras noches toledanas durante los meses del estío…Ufff de nuevo, son superior a mis fuerzas y mira que amo profundamente a esta ciudad como a ningún otra del mundo mundial. Pero hay que decirlo alto y claro: el verano toledano es muy duro. Si nos paramos a pensar, en Toledo podemos vivir una amplitud térmica de casi 50º entre la temperatura más baja del invierno y la más alta del verano. Eso es para vivirlo y sentirlo. No sé, amigo Carlos, será que, lógicamente, cada año me hago más viejo y estas cosas las llevo peor o simplemente me gusta quejarme más.
Sin embargo, no quiero despedir esta última sección o firma de opinión con un sabor agridulce. No hay que olvidar que después del verano viene la que para mí es la mejor estación del año a nivel general y en especial para Toledo: el otoño. El otoño a nivel de colores, olores y sabores en la antigua capital de los reyes godos es una auténtica maravilla y me atrevería a decir que una justa recompensa al haber pasado otro duro verano toledano. Así que, damas y caballeros, que vuestras mercedes tengan el mejor verano posible, viva Toledo, por supuesto, y nos vemos cuando llegue el bendito otoño, si Dios quiere.
Buenos días.

Daniel Gómez Aragonés
Historiador, escritor y colaborador de SER Historia