La Tierra necesita respirar

Palencia

Estamos a pocas horas de empezar el mes de junio y con él llegará el veranito aunque con las altas temperaturas que hemos vivido en este mes de mayo parece que se ha adelantado al menos en lo climatológico.

Y es que el cambio climático sigue haciendo de las suyas mientras los humanos miramos para otro lado. No sé realmente qué necesitamos para tomarnos este asunto en serio. Nos va en ello el futuro de la Tierra, ese espacio que hemos creído que es nuestro y que nos reclama con urgencia la modificación de muchos de nuestros hábitos si queremos que pueda sobrevivir y, no olvidemos que será la herencia que dejaremos a las próximas generaciones.

Anteponemos en esto, como en muchas otras cuestiones, los intereses económicos, y mientras lo económico prime será imposible tomar las medidas necesarias para frenarlo.

Millones de personas han sufrido y sufren ya los efectos catastróficos de los desastres naturales exacerbados por el cambio climático: prolongadas sequías, tormentas tropicales, incendios, olas de calor…

Solemos entender el cambio climático en términos del impacto que tiene y tendrá en nuestro medio natural pero es preciso analizarlo además en relación con las devastadoras consecuencias para la humanidad, ya que agravará y magnificará las desigualdades existentes. Tenemos que considerarlo, por tanto, algo íntimamente relacionado con los derechos humanos.

El dato que ofrece la Organización Mundial de la Salud es absolutamente demoledor: prevé que el cambio climático provocará 250.000 muertes al año, sí ,han escuchado bien, 250.000 muertes al año entre los años 2030 y 2050 por diferentes motivos.

Si esto tampoco consigue enfocarnos a la acción pues sinceramente ya no sé que más necesitamos.

Está claro que la Tierra necesita respirar y yo también. Hoy necesito respirar. Cerrar los ojos y respirar. Sacar de mi cabeza la horrible imagen de la matanza vivida recientemente en Estados Unidos. Nunca he entendido la violencia, la violencia de cualquier tipo pero el acceso a las armas en Estados Unidos es algo que me descoloca totalmente. En este caso hablamos también de un suculento negocio millonario para muchas personas.

Necesito respirar. Cerrar los ojos y olvidar por un rato que las guerras siguen, algunas como la de Ucrania, demasiado cerca. Y me da miedo pensar que cuantos más días sumamos a este conflicto armado más nos vamos anestesiando, incorporándolo al ruido del día a día y perdiendo la perspectiva. Cuidado con eso porque el sufrimiento de miles de personas no puede acabar siendo ruido, quedando lejos de nuestra realidad.

Y como siempre que necesito respirar voy en busca de algo que me dé oxígeno. Hoy me refugiaré entre las páginas de un buen libro mientras la música llena la habitación.

Bálsamos para el alma.