El magistrado Concepción

León

El presidente del TSJ de Castilla y León, José Luis Concepción, ha vuelto a airear su posición política más ultra. En otras ocasiones ha criticado la Ley de Memoria Histórica, la exhumación de Franco, la aplicación del estado de alarma y ha agitado la tesis de que el gobierno ha ocultado muertes en la pandemia de Covid. Ahora, añade su penúltima perla al equiparar al PCE con el partido de los nazis, de Adolf Hitler.

Vivimos en una comunidad autónoma de tercera división, en la que abundan demasiados ejemplos de la España negra, como el de este magistrado a quien la imparcialidad jurídica le importa menos que el perturbador dictado de sus tripas. Con Vox en el corazón del gobierno regional y con Concepción en el gobierno de los jueces somos como el Brasil de Bolsonaro, pero sin carnaval.

Menos mal que hay sedes judiciales en las que sus titulares se ocupan sólo de ejercer la justicia en favor de los hombres, de las mujeres y de los niños sin una patria que los salvaguarde.

Ayer la audiencia provincial de Guipúzcoa le concedía la nacionalidad española a Anna, una niña de 7 años, hija de una migrante de Camerún que, para Marruecos, donde nació, y para España, donde vive desde hace 4 años era un ser invisible. Anna había llegado a nuestro país en patera y en los brazos protectores de su madre. Por fin tiene todos los derechos y la protección de un ser humano.

Más cerca de nosotros, el Juzgado de lo Contencioso número 2 de León reconoce en sentencia a la localidad de Prada de la Sierra como núcleo de población, una personalidad jurídica que había perdido hace tres décadas al quedarse vacío de habitantes. Los nuevos vecinos que han ido poblándolo de nuevo llevaban años pleiteando con el ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza que sucesivamente les ha negado su existencia. Por fin son de nuevo un pueblo maragato que vuelve a sobrevivir en las empinadas faldas del monte Teleno.

Seguiremos pidiendo al aire y por el bien de la justicia que los jueces se queden mudos más allá del conocimiento y la justa aplicación de las leyes y el derecho.