Grandes sensaciones para encarrilar el fin de pretemporada

Aranda de Duero

La Arandina reluce aunque le falte algún detalle para brillar. Nada ilógico en este tiempo de experimentos. Este pasado miércoles el cuadro blanquiazul se medía al Palencia Cristo Atlético de Segunda RFEF en un nuevo test de pretemporada -antepenúltimo de la preparación y último en El Montecillo- en el que los de Álex Izquierdo hicieron muchas cosas bien, aunque la incertidumbre que en alguna ocasión sufrió la zaga -sobre todo en la primera parte en la portería con un inexperto De la Torre- queda como asignatura pendiente.

Tras unos primeros minutos de control local, con acercamientos sin concretar de Andrés y Ayoub en los primeros 15’ de partido, se dio un leve protagonismo del cuadro visitante pero con determinación: un error en el centro del campo blanquiazul lo aprovecharon los morados para que Herrera, a pase de Ayón desde la izquierda, hiciera el 0-1.

Tras otro aviso más de los de Chuchi Jorqués, la Arandina se puso el mono de trabajo y mereció el empate. Estuvo a punto de conseguirlo hasta en dos ocasiones; primero con un robo inteligente de Ayoub que regateó a Miguel pero con poco ángulo estrelló el balón en el poste, y un minuto después Manu Calvo con un colocado disparo desde la frontal que obtuvo mismo resultado.

Hasta el descanso, varias jugadas toscas y tarjetas, e incluso un golpe de Ayoub que tuvo que retirarse cojeando, hasta que el propio Manu desatascó el partido con un gran remate de cabeza que, tras dar en el palo, se metió en la meta rival (1-1). Pero poco duró la alegría; Álvaro de la Torre falló al filo del entretiempo en una acción a balón parado y el Cristo volvió a ponerse por delante (1-2).

Mejoría

En la segunda parte, fue a más la Arandina. Más incisiva, pero sobre todo resolutiva. Así, logró la igualada Fer en el 60’ con un gol de cabeza tras un saque de esquina servido por Zazu (2-2). Los cambios también ayudaron a un equipo que estuvo mucho más sostenido y que no dejó muchas opciones al rival, llevando el peso del juego y llegando con peligro, con jugadores de casa como Átomo y Pedro Dango, e incluso Uli, aportando un gran nivel, más el ya conocido por otros jugadores del pasado año.

Los locales siguieron haciendo méritos para ganar el encuentro, y oportunidades no faltaron, pero aunque no se moviera el marcador, las sensaciones que deja el equipo (que ahora es lo que más cuenta) no pueden ser mejores. Esta Arandina, por ahora, ilusiona.