Queremos igualdad de género en el deporte pero no lo pagamos

Palencia

Este afán continuo de cambios que creemos justos, es a veces más forzado que latente y en algunos casos se da la paradoja de que no corresponde lo que nos gustaría con lo que demandamos.

Es lo que ocurre por ejemplo con la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres en el deporte. Históricamente las mujeres practicaban menos deporte que los hombres, estaban relegadas a otras tareas, pero no creo que hoy sea ese el caso y de cualquier manera tienen las mismas facilidades. Lo mismo ocurre con el tipo de deporte, los estereotipos han saltado en gran medida por los aires, las mujeres juegan al fútbol o al rugby o a lo que la de la gana a cada una.

Sí es cierto que el porcentaje de mujeres en puestos de dirección federativa es bajo, que hay pocas periodistas deportivas y que son una minoría las entrenadoras en equipos de élite. También que los medios de comunicación hace unos años abordaban el deporte femenino de forma prácticamente residual. Hoy esa cuota ha subido animada por la llegada de éxitos deportivos de equipos femeninos en deportes de masas como el fútbol, el baloncesto o el balonmano a los que a mí personalmente me gusta mucho ver.

Pero en todo este lío hay que distinguir entre el apoyo que hay que dar al deporte femenino desde los medios e instituciones públicas, en donde entiendo que se debe buscar en la medida de lo posible ese equilibrio. No debe por ejemplo, un ayuntamiento ofrecer premios mayores para categorías masculinas que femeninas. Aunque sí ocurre que las federaciones pagan más a hombres que a mujeres entre otras cosas porque los patrocinadores se vuelcan con el  deporte y el género que más audiencia tiene.

Fíjense como en este mundo del márketing también se aprovecha, caso liga Iberdrola, el emergente tirón del deporte femenino. Pero una empresa, un promotor o competición privada elegirá el deporte, el género y los premios que estime oportuno en base a su negocio, como ocurre en el tenis, el golf, el ciclismo… Ya lo dijo Rafa Nadal, “me siento discriminado en el ámbito del modelaje”.

Se quieren igualar sueldos por ejemplo en el fútbol, pero está muy lejos, el momento en que el público pague por ir al estadio o en la tele, lo mismo, por ver al Atlético de Madrid de hombres que al de mujeres. O, ¿acudiríamos igual en Palencia a ver al Zunder que a un equipo de Basket femenino si estuviera en la misma categoría ?

Esta semana se presentaba el Club Balonmano Palencia femenino en el palacio de la Diputación con todo el apoyo de instituciones locales que se cuidan ahora mucho de hacer estas cosas bien. Pero en general, se buscan audiencias, entradas, socios , ingresos publicitarios… y esta sociedad, machista, feminista o como quieran llamarla, quiere ver el deporte, el arte, los espectáculos que le apetezca a cada uno sin tener que buscar esa paridad, absurda en muchos casos en los que se da valor al género por encima de la calidad de las personas y profesionales. No ha llegado el momento en que nos obliguen a ir a ver un partido de mujeres, para poder comprar una entrada, para verle en la categoría de  hombres, pero no voy a dar pistas, que somos capaces. Déjennos ver lo que nos apetezca.