Deividas sujeta al Ademar

León

El cambiante Ademar salió airoso de una cita crucial para que el tren europeo no arrancase sin los de Cadenas a bordo. Lo hizo con el sufrimiento lógico que impone un rival de enjundia, aunque inesperado cuando en los compases iniciales de la segunda parte los marista volaban en el marcador (19-11). Acabarían pidiendo la hora ante el arreón anotador del Bidasoa que volvió a incidir en las dos famosas caras del conjunto leonés, incontenible e incorregible. Esta vez estiró el factor Deividas Virbauskas.

Casi cinco minutos tardó en moverse el marcador del Palacio en un comienzo de estrecheces que rompió Santista, otro de los destacados. El Ademar sigue encontrando soluciones individuales. Hoy Antonio Martínez (marcó su primer gol en el 12') cedió el testigo de la misma forma que el ataque dejó paso a la mejor defensa del curso. Cavero, de penalti, estrenó el casillero amarillo ocho vueltas de crono después. Del partido áspero que encresparon los árbitros con una exclusión a Saeid por protestar se salieron Darío Sanz y Deividas, una conexión letal. El lituano, en lanzamiento y en juego, comandó una escapada que pareció definitiva (18-11). En el banquillo visitante, Cuétara, que pidió dos tiempos muertos, era la viva imagen de la impotencia.

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Y un gol de espaldas de Deividas (19-11, máxima diferencia) dio la bienvenida a un segundo acto diametralmente opuesto en el que Bidasoa sacó la artillería. A pesar de las notables ausencias de Salinas y Víctor Rodríguez, tiró de recursos (Aguinalde y Cavero al mando) para rescatar las carencias de la defensa de su rival. Se contaron con los dedos de una mano las acciones bajo palos, con Saeid o con Panos. El Ademar encajó en doce minutos los mismos tantos que en toda la primera parte. Aún así, ¿le daría tiempo a complicarse la vida?

La resistencia de Deividas halló refrendo en un David irregular, pero resolutivo desde los siete metros, y un Zanas incisivo cuando la bola quemaba. El otro Virbauskas sacó petróleo llevando al límite cada ataque y cada decisión arbitral. La rodilla de Castro quebró y Bidasoa soñó, hasta que, con 34-32 y la necesaria alternativa 5-1 enfrente, Cavero regaló una falta antes del lanzamiento, Castro arañó la exclusión de Tesoriere y Antonio Martínez puso la puntilla a un partido que mantiene las constantes del Ademar a la espera de su regularidad sin el sostén del Palacio.

ABANCA ADEMAR 35 (18+17): Saeid; Casqueiro, Milosavjevic (1), Santista (7), Boskos (1), David Fernández (6), Antonio Martínez (4) -siete inicial- Panos, D. Virbauskas (9), Juan Castro (2), Z.Virbauskas (1), Sanz (3) y Kim (1).

CD BIDASOA 33 (11+22): Mehdi; Cavero (6), Mitic (2), Azkue (5), A. Nieto (3), Dariel García (3), Aginagalde (3) -siete inicial- Skrzyniarz, Ugarte (2), Zabala (2), Gey-Emparan (1), Furundarena (1), Mugica, G. Nieto (5) Teosoriere, Da Silva.

ÁRBITROS: Martín Llorente y García Serradilla. Excluyeron con dos minutos a Saeid (13'), Dariel García (19'), Borges (34'), Virbauskas (47), Dariel García (51') y Tesoriere (58').

MARCADORES PARCIALES: 1-0, 3-2, 6-5, 11-8, 13-10, 18-11 (descanso), 22-15, 25-19, 26-23, 30-27, 33-31, 35-33 (final).

INCIDENCIAS: 2746 espectadores en el Palacio Municipal de los Deportes.