Sociedad

La Guardia civil de tráfico advertirá antes de multar

JUCIL propone a los 1.300 guardias civiles de Tráfico en Castilla y León sensibilizar a los conductores sobre su labor y las difíciles condiciones en las que trabajan antes que sancionarles

Guardia civil de tráfico / Guardia Civil

Valladolid

La asociación profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) propone a los 1.300 guardias civiles de la Agrupación de Tráfico en Castilla y León, que sensibilicen a los conductores de su labor en el control de las carreteras en la región. La iniciativa para que sensibilicen y conciencien a los conductores antes que sancionarles, sobre todo en este largo puente de la Constitución, se produce días después de saber que la Guardia Civil de Tráfico ya no operará en Navarra, donde estas competencias pasarán a la Policía Foral. “220 compañeros de la Agrupación de Tráfico en Navarra son víctimas de un cambalache político que afecta de forma grave a su vida profesional, familiar y social. Por eso proponemos a los compañeros que participen en esta campaña, para que los conductores viajen con la tranquilidad de que los guardias civiles estamos para aconsejarles antes que para sancionarles. Nuestro trabajo, que al Gobierno parece no importarle, es el de servir y proteger. Multar debe de ser la última opción”, explica el secretario de Comunicación de JUCIL, Agustín Leal.

Más de una década de pérdida de efectivos y solo un guardia cada 14 kilómetros La Agrupación de Tráfico ha visto en la última década cómo disminuía el número de efectivos. Hoy sólo sería posible encontrar un guardia civil por cada 140 kilómetros de carreteras, autopistas y autovías nacionales, mientras que el parque de vehículos y los kilómetros de carreteras construidos aumenta paulatinamente. “Hay un déficit de más de dos mil agentes y nos podemos dar cuenta cuando realizamos un viaje por las carreteras españolas. Encontrarse con una patrulla de tráfico de la Guardia Civil es casi tan difícil como que te toque la lotería”, asegura Leal.

“Se ha perdido el espíritu con el que se creóprecisamente la Agrupación de Tráfico, que era sobre todo el de ayuda y socorro de los conductores y de los acompañantes de los vehículos” añade. Y la pérdida de ese espíritu tiene consecuencias para los guardias civiles y para los ciudadanos, porque “ahora tiene más valor poner una denuncia que llevar a cabo un trabajo de auxilio en carretera, según consta en el Registro de Actividades Individuales (RAI) una perversa manera de obligar a los agentes a defender su sueldo” explica Agustín Leal.

“El RAI es el documento con el que se valora el rendimiento de los guardias civiles de Tráfico mes tras mes. Y si eres de los cinco más altos de tu unidad obtienes una recompensa económica en forma de productividad. Sancionar solo lleva unos minutos, pero auxiliar puede llevar horas” argumenta el representante de la asociación profesional JUCIL. Falta de materiales, de equipación y de prendas de abrigo Se observa un abandono del Ejecutivo hacia la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como por ejemplo, la grave carencia de material. “Sustituir un casco de motocicleta dañado o con defectos y desgastes por un uso intensivo puede tardar de media seis meses o la petición de prendas de abrigo, en un servicio donde estos materiales sufren mucho, puede demorarse hasta diez meses”, dice Agustín Leal. A lo anterior se suman turnos de trabajo extenuantes por la falta de personal. Turnos que pueden alcanzar las 16 horas en una jornada de 24 horas “el llamado doblete” explica Leal. “Este Gobierno parece empeñado en sacar a la Guardia Civil de Tráfico del territorio español, empezando en este caso por Navarra. Y mientras los altos mandos de la Guardia Civil miran para otro lado, en JUCIL proponemos una campaña de concienciación y sensibilización de la labor que llevan a cabo los agentes de tráfico”, anuncia el portavoz de JUCIL.

 
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