Opinión

Me gusta más el fútbol de antes

La Firma de Guillermo Flores

"Me gusta más el fútbol de antes", la Firma de Guillermo Flores

"Me gusta más el fútbol de antes", la Firma de Guillermo Flores

03:06

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1679049513108/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Palencia

Se celebran estos días 100 años de fútbol en nuestra región y sin duda mucho ha cambiado este deporte, algunos dirán que para bien y otros pensamos que el fútbol de hace 30 o 40 años, tanto a nivel profesional como aficionado, tenía otro sabor, otra emoción, otro sentimiento.

Tiene bastante que ver que lo que realmente ha cambiado es nuestra edad y que antes vivíamos las cosas de otra manera, pero sobre todo que el fútbol se rige ahora, no por los principios del deporte, sino por los de la economía. Lo que está claro es que el romanticismo en el fútbol desapareció hace mucho tiempo a medida que se convirtió en un negocio. El dinero de las televisiones lo cambió todo.

Antes había menos alternativas de ocio, hoy los jóvenes disfrutan de otra manera, videojuegos, redes sociales y otros deportes como el pádel que hoy arrasa. En los 80, el fútbol era salir a la era con dos piedras de portería, a jugar contra el barrio de al lado, era ir los domingos a las 4:30 a ver a tu equipo, escuchar Carrusel con todos los partidos a la vez, leerlo al día siguiente en la prensa escrita, ojear los resultados en la hoja deportiva que se repartía por los bares y ver por la noche el resumen de Estudio Estadio.

Hoy el fútbol se ve en la televisión de pago casi cada día y se comenta en las redes sociales a cada instante. Antes acudíamos en masa los domingos a la vieja Balastera con devoción, a ese estadio decadente y mal acabado para ver al Palencia de nuestros sueños, y hoy a duras penas van 700 al campo coqueto y cómodo de la nueva Balastera.

Jugábamos en campos de tierra como el de San Antonio (donde están las piscinas climatizadas), el del Cristo, o las ferrallas, o de hierba, (decíamos que era de hierba) el de Viñalta. Por cierto, odio el césped artificial.

En los pueblos se respiraba fútbol, también el humo de los puros en los bares antes de ir a desahogarse al campo. En tercera división estuvieron Guardo, Aguilar, Venta de Baños, Herrera... pero en general todos los pueblos tenían su equipo y su idiosincrasia. Recuerdo ir a jugar a Velilla y eso era para hombres. El árbitro se la jugaba el solito, aguantaba estoicamente cánticos sobre su madre y los líneas eran intimidados con paraguas por la banda.

Primero se pusieron verjas y después fosos en algunos estadios, en los pueblos nada de esto, los linieres sentían el aliento de los aficionados en la nuca. Hace mucho que estas barreras físicas de seguridad se eliminaron, en esto sí que hemos mejorado. Con la implantación del VAR no lo tengo tan claro, nos quita emociones, nos hace contener la celebración pendientes de la mirada de la inquisición.

A pesar de todo, en nuestro país sigue habiendo un número muy alto de federados que se sitúa entorno al millón de personas, de ellas 170.000 mujeres. Además de influencers o tiktokers, los niños, y ahora las niñas, siguen soñando con llegar a ser Messi, Mbappe o Putellas, a pesar de que sólo 1 de cada 2.000 llega a ser profesional.

Y algo que en algún momento apareció en el fútbol motivado por el dinero, fue la corrupción de dirigentes, el mundo de los maletines, la compra de favores arbitrales tan actual ahora con el caso Negreira. Aunque los árbitros desde siempre se han confundido, faltaría más, son humanos. Porque además sino ¿de qué íbamos a discutir cada lunes los hinchas? A por otra jornada más.

Escucha la radioen directo

Cadena SER
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

En directo

A continuación

Último boletín

Emisoras

Elige una emisora

Compartir

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad