La Plataforma Cega el río que nos une pide que se suspenda la tercera fase de recarga de El Carracillo

Cuéllar

En el mes de marzo la Junta, a través de la Consejería de Agricultura y Ganadería autorizó las obras de la siguiente fase de la recarga de El Carracillo con un coste de 17,4 millones de euros declarándolas de interés general, utilidad pública y urgente ejecución y desde la plataforma 'Cega el río que nos une' asi como asociaciones medio ambientales, Ayuntamientos y personas de la Tierra de Pinares han presentado un recurso de reposición solicitando que se suspenda el acuerdo existente para que estas obras no se lleven a cabo.

Según explica la plataforma, se pretende expropiar a los vecinos de Gomezserracín en más de 900 parcelas de pinares una superficie de 247.378 m² que puede ser más debido a la las infraestructuras necesarias para la obra ya que además quedarían afectados con servidumbre de acueducto otros 119.598 m² y se ocuparán temporalmente durante las obras 67.778 m² e implantar en ellos las infraestructuras de esta obra como son una laguna de infiltración, de 8.922 m³ y otra de 9.748 m³ excavadas en el terreno, una balsa semienterrada de regulación semanal de 163.366 m³, la estación de bombeo, kilómetros de tuberías y líneas eléctricas y de comunicación, arquetas, casetas para bombas, muy amplios caminos, así como 82 sondeos , hasta el suelo del cuaternario, para extraer el agua del pinar y llevarlo a la balsa de regulación que lo enviará a la demanda a las parcelas de riego de la Zona Norte del Carracillo. Con el mismo fin se pretende la ocupación de terrenos en tres Vías Pecuarias y dos Montes Públicos, el MUP nº 48 Común Grande de las Pegueras, propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar y el MUP nº 29 Pimpollada y Plantío, de Gomezserracín.

Todas las actuaciones relacionadas con este proyecto se han servido de una misma declaración de impacto ambiental, que para la plataforma considera que se incumple la ley de cambio climático, ya que consideran que no se ha realizado una correcta evaluación ambiental, al no haber tenido en cuenta la vulnerabilidad del proyecto con respecto al cambio climático y la reducción de disponibilidad de recursos hídricos. "La sustracción de mayor volumen de agua en el río Cega, aumentando además el período de derivación, dejará al río Cega en un riachuelo, incapaz de recargar de manera natural su cuenca aguas abajo. Esta circunstancia amenaza las reservas de agua potable necesaria para el verano en el abastecimiento de la Mancomunidad de las Lomas, así como el regadío de las vegas de los pueblos ribereños aguas abajo. Otra amenaza importante es el pinar de los vecinos de Gomezserracín, que verán sus propiedades pisoteadas con unas infraestructuras hidráulicas para sacar el agua potable del subsuelo y llevárselo a regar las explotaciones de unas pocas macroempresas", apuntan. Asi mismo, uno de los miembros de la plataforma, Antonio de Benito, indica que los lugares por los que pasan las anteriores fases de la recarga se secan más pinos.

"La Junta de Castilla y León, en una política del todo vale, apuesta por un modelo de regadío intensivo, cuyo mayor exponente en este momento son los cultivos de fresas y frutos rojos, causante de la sobreexplotación y contaminación del acuífero, de la roturación de cientos de has de pinar y del uso continuo de plaguicidas. La Junta de Castilla y León y la Confederación Hidrográfica del Duero llevan muchos años creando unas expectativas de agua ilimitada entre los regantes, que aumenta el consumo, cuando la realidad hídrica de cambio climático nos obliga a una disminución del mismo. Al igual que ocurre en Doñana la industria fresera y sus métodos intensivos ponen en serio peligro la funcional ecosistémica de la Tierra de Pinares", indican.

Además han presentado un Recurso de Alzada ante la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio Para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a la modificación de la concesión de agua del río Cega para la comunidad de regantes del Carracillo que ha fijado un caudal ecológico en el río Cega, a respetar para poder derivar agua dicha comunidad de regantes, de solamente 1.072'44l/s cuando anteriormente este caudal era de 6.898 l/s. Así mismo critican que les ha ampliado el periodo de derivación hasta seis meses, antes eran cuatro, incluyendo diciembre y mayo. "No existe, sólamente, un problema entre regadíos y ecosistemas sino, también, entre explotaciones especulativas y empresas familiares y profesionales vinculadas al territorio", concluyen.