El castillo de Ponferrada llega a su centenario como Monumento Nacional convertido en icono del Camino de Santiago
Este 7 de febrero se cumple un siglo del reconocimiento como Monumento Histórico Artístico, Monumento Nacional
Ponferrada
La Gazeta de Madrid publicó el acuerdo días después, un reconocimiento oficial que llegaba después de 30 años de papeleo entre cajones que mantuvieron en el olvido una solicitud a la que se hizo caso ante el riesgo de derrumbe de la fortaleza. Hoy, cien años después, el castillo es uno de los iconos del Camino de Santiago, del buque insignia de la ciudad y el puente levadizo hacia la historia Templaria a través de las páginas del conocimiento que abren la exposición de Templum Libri. El director del castillo, Javier García Bueso, remarca que es la fortaleza "mejor conservada del país". La muralla mantiene el perímetro original de la cerca levantada en el siglo XII, antes de la llegada de los templarios, y delimita un espacio de 8.000 m2. La Orden del Temple mejoró el muro en su exterior y sus posteriores señores, especialmente el Conde de Lemos, implementarían rondas y torres para ampliar su poder defensivo.
Escenario del Señor de Bembibre, de Enrique Gil y Carrasco, la fortaleza superó su posible conversión en un campo de fútbol o en un campamento de la legión. Como desde hace siglos, los visitantes que hoy llegan al Castillo encuentran en la clave del arco de entrada la Tau, que en este caso adquiere un doble sentido: símbolo de protección de los peregrinos y divisa del Condado de Lemos. Su futuro se ha convertido también en el futuro turístico de Ponferrada, que ha aprendido a velar por su conservación y que espera la posibilidad de que Europa valore positivamente otro proyecto de intervención que supondría recuperar las laderas, renovar la iluminación y profundizar en la investigación a través de nuevas excavaciones.