Quintanarraya homenajea a las lavanderas

Quintanarraya

El Ayuntamiento de Quintanarraya ha restaurado el lavadero de esta localidad, convirtiéndolo en un atractivo edificio. La actuación se ha centrado en el tejado y paredes, cambiando las ventanas que estaban tapiadas, al igual que el ojo de buey, que se ha vuelto a abrir. Como broche de estas obras, Susana Velasco Martínez se ha encargado de embellecer la fachada con un gran mural que plantea un viaje en blanco y negro hasta los tiempos en que estas instalaciones eran utilizadas para lavar la ropa.

El lavadero de Quintanarraya “es un edificio de los años 50-60 presente en la mayoría de los pueblos, y que muchas veces cae en el olvido, perdiéndose, no sólo una construcción tradicional rural, sino todas aquellas historias que esas paredes escucharon en su día”, explica su alcalde.

“Para los más jóvenes, es un edificio que no significa nada, y quizás carente de sentido en un primer momento”, señala Luis Alonso Santiago, que añade que en cambio “para generaciones ya más maduras es un lugar que les evoca recuerdos de la juventud, momentos de encuentro en los que compartían tardes con la pandilla y, por qué no, de algunos encuentros furtivos”. Por último, “para las personas mayores, los recuerdos son más profundos: son recuerdos de tiempos lejanos, en los que llevaban las ropas y paños al río, y dejándose la espalda y los riñones, lavaban pacientemente, con sus manos, ya cansadas de las demás tareas que la vida en el campo les imponía, cada una de las prendas de la familia y de la casa”.

La obra realizada por Susana Velasco quiere ser un pequeño homenaje a todas esas mujeres de aquella generación, cuyo continuo esfuerzo y sacrificio diario que siempre se ha menospreciado, fue fundamental para sacar a sus familias adelante. Pero es también un recuerdo para valorar el trabajo de las gentes de aquella generación y fomentar la igualdad como herramienta de convivencia y respeto.