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Las carencias de un salmantino para ir a Würzburg a ver buen baloncesto

El pabellón presenta deficiencias, pero los servicios fuera de él también son escasos

Salmantinos haciendo cola en el pabellón de Würzburg/CBAvenida

Salmantinos haciendo cola en el pabellón de Würzburg/CBAvenida

Salamanca

Ir al pabellón de Würzburg de Salamanca es sinónimo de encontrarse con partidos intrépidos de buen baloncesto a cargo de Perfumerías Avenida, tanto en lo referente al conjunto femenino, como también al masculino. Sin embargo, y cada vez son más las voces de los aficionados que se dirigen a esta redacción para plantear sus quejas y demandas al Ayuntamiento de Salamanca, ir a Würzburg también es comprobar cómo una instalación municipal se queda pequeña y anticuada conforme pasan los meses.

Las carencias dentro del pabellón

La instalación se ha quedado pequeña. Eso es una evidencia ante el enorme crecimiento que ha dado Perfumerías Avenida en los últimos años, gracias al buen hacer deportivo, a los convenios suscritos con las universidades, y a la implicación ahora de cientos de familias que, tras absorber Jorge Recio al CB Tormes, se han integrado también en la familia global de Perfumerías Avenida, una entidad con 700 fichas en total entre la cantera y los dos primeros equipos. Y así lo han reflejado en las últimas comparecencias públicas miembros del club. Fundamentalmente ha dejado esta posición muy clara el presidente de la entidad, el propio Recio.

Pero los problemas son varios. El primero, la imagen. Un pabellón sin color en el exterior, que no destaca en su fachada principal, y que dentro se asemeja más (piso verde y paredes amarillas) a un pabellón de cualquier colegio en lugar de a uno en el que milita el club más importante del baloncesto femenino nacional.

A los seguidores también les chirría el amarillo que luce, desde hace décadas, el recinto. Barandillas amarillas, asientos amarillos... en definitiva, Würzburg es amarillo, lo que contrasta con el azul que manda en el equipo que usa dicha instalación.

Algunas mejoras y reivindicaciones las realizó, con acierto, el exentrenador azulón, Roberto Íñiguez. Ya solicitó una oficina para que el cuerpo técnico pudiera trabajar, algo inexistente hasta hace cuatro años. Otra para que el equipo masculino pudiera desempeñar también sus funciones. Y, ante esta coyuntura, desapareció la sala de prensa que usaban los profesionales del periodismo para trabajar.

Sin sala de prensa digna

Los profesionales del periodismo trabajan en un lugar indigno: primero se les trasladó a una salida de emergencia junto a la entrada al gimnasio. Y, ahora, ante la ausencia de un lugar habilitado para trabajar con decencia, se está usando uno de los laterales existentes bajo el palco del pabellón. Ese lugar, conectado directamente con la salida de emergencia principal de Würzburg, presenta temperaturas extremadamente bajas siempre. Y, anoche ante el Cukurova, los periodistas tuvieron que trabajar totalmente abrigados ante los fuertes corrientes de aire existentes.

Accesos peligrosos

Pero ahí no queda la cosa. Los aficionados no se cansan de reclamar mayor seguridad para acceder a sus asientos. Personas de avanzada edad y salmantinos lesionados (anoche con muletas, por ejemplo) han reclamado a la Cadena SER que el Ayuntamiento instale barandillas para superar los escalones existentes en los fondos y en las tribunas del recinto. Dichos escalones son desiguales y de poco tamaño, lo que a veces constituye un auténtico peligro para los aficionados.

Las jugadoras de Avenida han expresado públicamente el cambio de imagen interior que requiere el pabellón, con la necesidad de reflejar en fotos o vídeos los hitos conseguidos por Avenida para que se decoren las paredes verdes de acceso al lugar, y que se mejoren los propios vestuarios de Würzburg, algo que el Ayuntamiento ha asegurado que hará. Eso sí, tuvo que hacerlo justo después de que se produjera una imagen vergonzosa: un partido detenido más de diez minutos en dos fases por los continuos problemas técnicos con los marcadores y bocinas.

Sin aire acondicionado: un horno a partir de abril y en septiembre

Como cualquier aficionado al baloncesto sabe, en los meses en los que las temperaturas suben en el exterior también se produce una concentración de calor superior en un pabellón cerrado y sin refrigerar como es Würzburg. En los últimos años, asistir a un partido de baloncesto a partir de abril, o al comienzo de la temporada, es insoportable por el calor agobiante que se origina dentro al no existir aire acondicionado en la vieja instalación, que data de los años 1990. Eso puede provocar, llegado el caso, problemas de salud por las elevadas temperaturas que ya de por sí, dentro de un pabellón, suben al concentrarse 3.000 personas en él.

¿La megafonía y las nuevas butacas llegarán?

La concejala de Deportes, Almudena Parres, tuvo que ofrecer una improvisada rueda de prensa después de que Anna Montañana, entrenadora azulona, expresa su disgusto por los continuos problemas con los marcadores del pabellón. En esa comparecencia aprovechó para reanunciar algunos detalles ya publicados, también por la Cadena SER. La megafonía del pabellón, inaudible en la actualidad, y las nuevas butacas azules y con respaldo, serán una realidad en 2025, según el Consistorio. En una circunstancia que también reclaman los seguidores azulones.

Y fuera de Würzburg, ¿qué tal?

La respuesta genérica a esta pregunta es mal, según los aficionados consultados por esta redacción. Y ponen el foco en dos cuestiones, sobre todo: el escaso aparcamiento existente, y la ausencia de autobuses urbanos al finalizar los partidos de Avenida.

En el primer caso, existe el tradicional aparcamiento del pabellón, que normalmente en un partido de Euroliga y, cada vez de manera más habitual en cualquier choque liguero, se queda pequeño 40 minutos antes de los duelos. Eso obliga a los salmantinos a aparcar en terraplenes, parcelas y prados anexos en los que no hay ni iluminación pública, ni asfalto, ni cemento, ni condiciones dignas para que un salmantino acuda al baloncesto.

El problema con los autobuses urbanos es, directamente, histórico. Un partido de Euroliga concluye en torno a las 22:30 horas. A esa hora sale el último servicio completo de la línea 5 (Ciudad Jardín), cuya parada está a unos siete minutos andando desde el pabellón, aproximadamente. Hay otro autobús, a las 22:45 horas, pero que ya no realiza el trayecto completo de la línea, lo que implica que algunos salmantinos no tienen conexión con Würzburg aunque quieran.

Por supuesto, ni un solo autobús urbano alcanza durante el día, o en los días de partido, el pabellón charro.

Estas son algunas de las principales carencias de este recinto, observadas por esta emisora de radio y por los aficionados consultados por la Cadena SER en varios partidos durante esta temporada.

SER Deportivos Salamanca 11 diciembre 2024

SER Deportivos Salamanca 11 diciembre 2024

39:27

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