El pulpo palentino se enreda en los aranceles: la amenaza de Trump congela las ventas a EEUU

Palencia

La palentina Merpacífico, una de las empresas españolas que más pulpo exporta a Estados Unidos, mantiene sus ventas suspendidas desde que Donald Trump iniciara su guerra comercial: 8 millones de euros en pulpo permanecen congelados en sus instalaciones de Palencia fiando su futuro a la diplomacia internacional.

 Desde que el pasado 5 de abril el presidente Donald Trump anunciara la imposición de un arancel del 10% a determinados productos, las ventas de esta empresa palentina al principal destino de sus exportaciones, Estados Unidos, se han suspendido. “Ahora mismo estamos todos parados”, confirma a EFE su fundador y director, Conrado Merino.

El país norteamericano es el principal cliente de la empresa, que facturó el año pasado 37 millones de euros y da empleo a 60 trabajadores desde su planta en el polígono industrial de Palencia, unas instalaciones que superan los 10.000 cuadrados y tienen capacidad para producir cada día 10 toneladas de pulpo fresco y otras diez de pulpo cocido.

Dos toneladas de pulpo desde Palencia a EEUU

En 2024, Merpacífico envió a Estados Unidos 80 contenedores de pulpo, el 24% de sus ventas totales, lo que supuso unos ingresos de 8,8 millones de euros. El año pasado dos toneladas de pulpo llegaron al consumidor americano desde Palencia. "Ahora mismo somos la empresa que más pulpo vende a Estados Unidos", asegura el empresario.

La incertidumbre comenzó a finales de 2024, cuando los importadores estadounidenses anticiparon posibles cambios arancelarios y adelantaron compras de manera inusual. “Nos pidieron más de lo habitual y nos sorprendió”, reconoce Merino.

Poco después, los pedidos se detuvieron en seco. “Teníamos contratos firmados y todo se suspendió”, añade, y es que a ese 10% de arancel se suma la depreciación del dólar, lo que, en la práctica, encarece el producto un 17% para el cliente estadounidense, explica.

La consecuencia es inmediata: 8 millones de euros en mercancía congelada destinada a Estados Unidos permanecen ahora almacenados en cámaras frigoríficas sin salida comercial. “Los barcos solo salen a faenar en momentos concretos y hay que comprar, pero ese género está en cámaras gastando frío y sin que salgan pedidos porque no los hay. No genera dinero y no podemos reponer la inversión”, lamenta el empresario.

“Parece que estamos jugando a la bolsa”, ironiza Merino, que entiende que los clientes americanos "no se la jueguen" porque "los números dan miedo" teniendo en cuenta que un contenedor de pulpo cocido vale 300.000 euros y hacer el pedido con un arancel o con otro puede desequilibrar cualquier balanza de resultados.

Repercusiones en el empleo

No hay que olvidar la repercusión que todo esto tiene en el empleo. Una docena de trabajadores vinculados a la producción para ese mercado han tenido que ser reubicados o enviados de vacaciones forzosas para mantener la plantilla.

"No solo son las pérdidas económicas, difíciles de cuantificar, lo peor es que nos sentimos desamparados y abandonados", confiesa este empresario, que también preside la Cámara de Comercio de Palencia.

Por eso reclama a las administraciones que actúen antes de que se cumplan los 90 días de tregua previstos por la estrategia comercial de Donald Trump. “Sería el colmo que no estuvieran negociando ya. La única salida es llegar a acuerdos cuanto antes”, advierte.

Al respecto, pide medidas efectivas, como deducciones fiscales o en las cotizaciones sociales, no más préstamos: “Queremos estabilidad, no más deuda”, sostiene.

Nuevos mercados

Asimismo, asegura que la alternativa de buscar nuevos mercados, de la que tanto se habla, no es sencilla: “Llevamos años recorriendo el mundo y el pulpo solo se vende donde se come, en España, Italia, GreciaE, asegura.

Y aunque se está abriendo el consumo en otros países europeos, "son migajas comparado con Estados Unidos, que es un mercado muy consumista”, explica.

Por eso, Merpacífico estudia ahora fórmulas para entrar por vías indirectas a través de Sudamérica o Canadá y evitar los aranceles porque la clave de su negocio en el exterior está en Estados Unidos.

Y para colmo, un apagón

Como presidente de la Cámara de Comercio de Palencia señala que la situación de los empresarios se complica con otros factores que afectan a la competitividad empresarial. A las trabas administrativas y la dificultad para encontrar mano de obra, se suma la subida del salario mínimo y la negociación para la reducción de jornada.

Y para colmo el apagón eléctrico que dejó a oscuras la península el pasado 28 de abril, paralizando completamente su planta automatizada. En solo unas horas, la empresa perdió 30.000 euros por mil kilos de pulpo que han acabado en la basura, según sus cálculos.

“Todo es digital, y cuando falla la electricidad, no puedes mover ni una olla”, señala Merino, que se autodefine como “profeta digital”, aunque ahora duda si se ha ido demasiado lejos automatizando procesos sin prever soluciones para este tipo de imprevistos.