La empresa IAM Carbonzero proyecta una planta de biometano y biofertilizantes en San Esteban de Gormaz

Soria

La empresa IAM Carbonzero ha presentado ante la Junta de Castilla y León un ambicioso proyecto para instalar una planta de producción de biometano y biofertilizantes de alta calidad en San Esteban de Gormaz. La iniciativa se enmarca en su estrategia de transición energética y economía circular, y tiene como objetivo transformar residuos orgánicos del sector agroganadero en energía limpia y productos sostenibles para el campo.

El proyecto contempla una inversión inicial de 10 millones de euros y prevé un funcionamiento operativo de, al menos, 25 años. La planta tratará anualmente 37.000 toneladas de residuos locales, principalmente agropecuarios, orgánicos, vegetales y subproductos alimentarios, con los que se generarán 22,6 gigavatios hora (GWh) de biometano al año. Esta cantidad de energía equivaldría a la necesaria para calentar unos 5.400 hogares, según los cálculos de la empresa.

Además del beneficio energético, se estima que la planta permitirá evitar la emisión de gases de efecto invernadero equivalentes a los generados por 1.900 coches dando la vuelta al mundo cada año. Todo ello a través de un proceso cerrado, sin emisiones al aire, agua o suelo, que refuerza su carácter respetuoso con el medio ambiente.

La directora de comunicación de IAM Carbonzero, Miriam García Armesto, ha explicado que el proyecto se basa en “la innovación ambiental, tecnológica y social para lograr una gestión eficiente y sostenible de los residuos agroganaderos, a la vez que se da respuesta a problemáticas existentes en el entorno rural porque nosotros transformamos residuos orgánicos en energía renovable y mejoramos la calidad de los fertilizantes que se utilizan en el campo. Así mitigamos los problemas de olores y de contaminación de aguas y suelos que afectan actualmente a la población de San Esteban y a muchas zonas rurales de España”.

El proceso central se desarrolla en un circuito cerrado mediante biodigestión anaeróbica, un procedimiento que permite aprovechar residuos sin generar impactos negativos al entorno. En palabras de García Armesto, “se trata de una digestión sin oxígeno, con bacterias naturales similares a las del sistema digestivo humano”. Esta fermentación produce biogás, que luego se filtra, depura y convierte en biometano, un gas renovable que puede inyectarse directamente en la red de distribución del gas natural.

IAM Carbonzero destaca que el biometano generado tendrá una calidad equiparable al gas fósil, pero con una huella de carbono mucho menor. La compañía pretende así contribuir de forma directa a los objetivos de descarbonización marcados por la Unión Europea y por el Gobierno de España.

El segundo producto obtenido del proceso son biofertilizantes de alta eficiencia, que mejoran la fertilidad del suelo sin los impactos negativos de los fertilizantes químicos convencionales. “Estos biofertilizantes ayudan a reducir los olores y las filtraciones al suelo y al agua, y tienen mejores propiedades para los cultivos”, indica García Armesto.

La planta se concibe como una infraestructura de largo recorrido, tanto en su operación como en su impacto económico y social. Durante la fase de construcción, cuya duración estimada es de entre 12 y 18 meses una vez obtenidas las autorizaciones pertinentes, se generarán 60 empleos directos. En su etapa operativa, se prevé contar con una plantilla de entre 5 y 13 trabajadores, en función de las necesidades productivas.

IAM Carbonzero presentó el proyecto ante la Junta de Castilla y León el pasado 30 de octubre de 2024 y se encuentra actualmente a la espera de la autorización ambiental integrada. “Una vez tengamos esa autorización, estimamos que la construcción puede comenzar, y el plazo que manejamos está en torno a un año o año y medio. Pero somos prudentes porque los plazos en este tipo de trámites no siempre son previsibles”, señala la directora de comunicación.

El proyecto cuenta con el respaldo técnico y financiero necesario para su ejecución, y la empresa ya ha desarrollado experiencias previas en el ámbito de la producción de energía limpia a partir de residuos. Según destacan desde IAM Carbonzero, esta planta busca ser un referente en la región y un modelo exportable a otras zonas de España.

La elección de San Esteban de Gormaz responde a varios factores, entre ellos, la disponibilidad de materia prima en forma de residuos agropecuarios, la conexión a redes energéticas y el interés mostrado por las autoridades locales en fomentar iniciativas vinculadas al desarrollo rural sostenible.

Desde la empresa subrayan también la voluntad de mantener un diálogo constante con los vecinos y agentes del territorio, a fin de explicar el funcionamiento de la planta y disipar posibles dudas sobre su impacto. “Queremos que este proyecto sea también una oportunidad para San Esteban, no solo en términos de energía, sino también como motor de innovación, empleo y compromiso ambiental”, concluye García Armesto.

Si se cumplen los plazos previstos, San Esteban de Gormaz podría contar en pocos años con una instalación puntera en Europa en la producción de biometano y fertilizantes sostenibles, que reforzaría su papel como municipio pionero en la transición hacia un modelo energético más verde y eficiente.