Sociedad

La campaña contra incendios en Cataluña se avanza por la sequía ante un verano "muy complicado"

La falta de agua en cinco embalses impide que los aviones de extinción puedan usarlos contra el fuego

Un bombero de la Generalitat en la presentación de la campaña contra incendios del verano en el aeropuerto de Sabadell / Andrea Villoria

Sabadell

La Generalitat ha intensificado la campaña de incendios de un verano que, según el president Pere Aragonès, se presenta como "muy complicado" a causa de la sequía. Los Bomberos de la Generalitat han avanzado el uso de aviones de extinción y de personal de refuerzo y han alargado un mes la campaña en la que se activa a todos los efectivos. A partir de este año, se iniciará el 1 de junio y durará hasta el 30 de septiembre, aunque ya este mes de mayo estarán disponibles hasta 35 medios aéreos.

Uno de los helicópteros bombarderos de la Generalitat en el aeropuerto de Sabadell / Andrea Villoria

"Hay más prevención, anticipación, medios y efectivos que nunca", ha dicho Aragonès. Este verano, se incorporarán cerca de 400 bomberos, entre nuevas promociones y bomberos voluntarios. Serán necesarios, según el jefe de los bomberos, porque tras 30 meses de sequía, el bosque es un polvorín y la falta de lluvia ha dejado cinco embalses fuera de combate en la lucha contra los incendios.

Los pantanos de Sau, Baells, la Llosa de Cavall, Montgai y Camarasa están a niveles tan bajos que los aviones bombarderos no van a poder recargar agua para lanzarla después contra las llamas. "El tiempo de carga en el embalse y de descarga en el incendio, en según que puntos, se alargará", ha admitido el jefe operativo de los Bomberos, David Borrell. "En un mismo incendio, según donde, vamos a tener que destinar más medios aéreos", ha añadido.

Incendios de verano en invierno

Entre el 1 de enero y el 16 de abril de este año, los Bomberos han trabajado en 175 incendios forestales, con un balance de cerca de 680 hectáreas quemadas, un 35% de superficie quemada más que el mismo periodo de 2022. Los servicios de extinción ha gestionado cerca de 1.500 servicios de incendios de vegetación urbana, agrícola y forestal, mientras que en el mismo periodo del año 2022 fueron 1.285, y en 2021, 922.

Algunos de los incendios de finales de invierno, en marzo, ya presentaban los rasgos más severos de los fuegos de verano: se han producido altas velocidades en situaciones de viento (el incendio de Cubells, Vilaplana, Paüls, Gandesa, l'Hospitalet de l'Infant), con velocidades de propagación superiores a 1,2km/h o de más de 6 km/h, en el caso del incendio de la Granja d'Escarp-Mequinensa del 16 de abril.

También se han detectado lanzamiento de focos secundarios a larga distancia, que saltan con facilidad pistas y carreteras, hasta llegar al extremo de provocar fuegos secundarios a 2 km de distancia del foco principal. Por último, las superficies afectadas han estado propias del verano: en la Valle de Arán (450 ha), en el País Valenciano y Terol (4.200 ha) o recientemente el incendio de Mequinensa (en la Franja)-Granja de Escarp (450 ha) y Cataluña Norte (Cervera)-Portbou (930 ha).

Drones nocturnos

Entre las novedades de la campaña está el uso de drones nocturnos. Estos aparatos podrán volar de noche, cuando los medios aéreos convencionales, como aviones o helicópteros, tienen prohibido despegar. De este modo, podrán comprovar desde el aire el recorrido de las llamas. Los Agents Rurals, por su lado, llevarán a cabo también una prueba piloto, con la incorporación de sopletes de aire que apaguen llamas incipientes en una primera intervención, a la espera que lleguen los bomberos.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, observa un dron de control durante la presentación de los medios aéreos de los Bomberos y de los Agentes Rurales. / Enric Fontcuberta

 
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