Raquel Martí, directora de la UNRWA en España: “Una familia se ha dividido a lo largo de la Franja para evitar que una bomba mate a todos sus miembros”

Barcelona

El ejército de Israel lanzaba esta mañana un ultimátum a la población palestina que todavía vive en la capital, Ciudad de Gaza: si no evacuan la ciudad, todos aquellos con quienes se crucen serán considerados terroristas de Hamás. Un aviso con el que Benjamin Netanyahu consigue carta blanca para ejecutar a los últimos supervivientes de una localidad donde, según las agencias humanitarias y ONG desplegadas, no tienen a dónde ir.

Raquel Martí, directora ejecutiva de la UNRWA en España, ha asegurado en los micrófonos de Aquí Catalunya que a estas alturas toda la población palestina está confinada en el 11% del territorio, en la zona de Al Mawasi, donde “no hay ni agua, ni comida, ni hospitales”, y sobre todo, “donde no cabe ni un alfiler”. A pesar de ello, el gobierno israelí insiste en la necesidad de que aquellos que todavía viven se desplacen hacia el sur, con el objetivo de completar la conquista entera de Ciudad de Gaza.

Las bombas ya han destruido el 90% de la capital. Pero tal es la desesperación de los palestinos que cerca de un millón todavía residen allí. No tienen a dónde ir. Tampoco tienen los medios para desplazarse. Están condenados a una muerte segura teniendo en cuenta que Israel continúa lanzando bombas y destruyendo todas las señales de vida que se encuentra en el camino.

La gente está “aterrorizada”, afirma Martí, porque intuyen que “a donde vayan serán atacados”. No hay espacio para más tiendas de campaña y tampoco hay alimentos, lo que extiende la situación de hambre por todo el país. “A finales de mes, ciudades como Khan Yunis o Deir al Balah habrán llegado al límite”. A la hora de hablar sobre las comunicaciones con los compañeros desplegados sobre el terreno, la directora relata que siempre son “momentos complicados” porque le cuentan “historias terribles”.

Como la de una familia “que se ha dividido a lo largo de la Franja para evitar que una bomba mate a todos sus miembros”. Estos mismos le cuentan que día tras día “se levantan para ir a trabajar con el estómago vacío, después de oír toda la noche a sus hijos llorar por el hambre que pasan”. Todos ellos tienen claro que, cuando salen por la puerta, puede ser la última vez que pasen junto a sus hijos.

A causa del genocidio que se está perpetrando, Pedro Sánchez anunciaba ayer un paquete de 9 medidas contra Israel. Martí las celebra, “son absolutamente necesarias”; eso sí, no son suficientes. Suponen respetar el umbral mínimo que exigen “los tratados internacionales suscritos por España, el derecho internacional humanitario y la convención para la prevención del genocidio”, ha apuntado.

Además, se ha mostrado pesimista respecto al impacto real que pueda tener este paquete de acciones. Al fin y al cabo, “España no juega un rol fundamental en las negociaciones”, lo que permite que Israel continúe actuando “con total impunidad”. “Hasta que no haya medidas para detener los bombardeos, hasta que EE. UU. y Europa no ofrezcan una respuesta colectiva, tendremos que lamentar que más niños y más mujeres mueran de inanición” y que Gaza quede sumida en la “destrucción absoluta”.