La pirámide blanca
Este año 2022 es un año de celebraciones muy especiales. Todas ellas tienen un denominador común, el antiguo Egipto. Madrid se va a convertir en los próximos meses en una de las capitales europeas con más oferta cultural en este sentido. Una serie de proyectos que nacen a la luz de dos grandes onomásticas egiptológicas
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La pirámide blanca
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Madrid
El 4 de noviembre de 1922 el arqueólogo británico Howard Carter descubría el primer peldaño de la tumba del faraón Tutankhamón. Se trata de uno de los descubrimientos más colosales, por no decir el más importante, realizado en los últimos 100 años y que aún hoy, un siglo después no ha podido ser igualado. Un siglo antes, en 1822, el 27 de septiembre, Jean François Champollion conseguía romper la clave para decodificar los jeroglíficos egipcios al poder traducir la piedra de Rosetta, descubierta pocos años antes por las tropas de Napoleón en la localidad mediterránea de Rosetta.
Aniversarios en Madrid
A estos aniversarios habría que añadir el 50 aniversario de la inauguración del templo de Debod que tendremos que tratar con más detalle en los próximos meses en esta misma sección. Además, en diciembre se celebran los 110 años del descubrimiento del busto de Nefertiti y los 120 años de la inauguración del Museo Egipcio de El Cairo, que coincidirá (lo quiero ver) con la inauguración del Gran Museo Egipcio en la misma capital.
Aunque parezca mentira, Madrid tiene mucha relación con estas celebraciones. En los próximos meses la capital va a acoger al menos tres exposiciones egiptológicas y un espectáculo audiovisual sin parangón. Por suerte, yo estoy involucrado en algunos de ellos, pero de momento nos quedamos con el lanzamiento de mi nueva novela, La pirámide Blanca (Grijalbo 2022), que no tiene nada que ver con el Real Madrid, como me preguntaba una amiga hace unas semanas, sino con la construcción de la Gran Pirámide de Keops en la meseta de Gizeh.
