Tres lustros esperando nuevas estaciones de Cercanías en el sur de Madrid

Fuenlabrada

En el sur de Madrid el hartazgo de los vecinos por el servicio de Cercanías no es ni mucho menos nuevo. El incremento poblacional de esta zona choca con el estancamiento en lo que a vías y estaciones se refiere. Los diferentes planes de expansión de las líneas C-3, C-4 y C-5 se han quedado en papel mojado desde hace 15 años.

En la C-3, la que une Aranjuez, Ciempozuelos, Valdemoro, Pinto y Getafe con la capital, se formó una plataforma de alcaldes y alcaldesas para reclamar, por ejemplo, el desdoblamiento de vías, ya que las de pasajeros se comparten con las de mercancías. Eso se une a estaciones antiguas, con mala o nula accesibilidad, y problemas técnicos constantes. En marcha está, no obstante, una nueva estación, el apeadero de La Tenería en Pinto en la C-3, beneficiosa sobre todo para zonas industriales.

En la C-5, que une Humanes, Fuenlabrada y Leganés, nada se ha vuelto a saber de los planes de llevar la línea hasta Griñón e Illescas, en Toledo. Una gran extensión de terreno sin Cercanías, entre el sur de Madrid y la comarca de La Sagra, que se podría cubrir también con la proyectada ampliación de la C-4, tampoco ejecutada, hasta Torrejón de la Calzada y Torrejón de Velasco. A cambio, habrá en 2025 una estación en el norte de Parla, que descongestionará la estación actual, donde cientos de personas se aglomeran cada día en una parada subterránea, estrecha y con una única salida. Una ratonera. Pero la futura estación no contenta a todos.

Así que Parla tendrá nueva estación, sí, con un gran aparcamiento para absorber la demanda de quienes llegan de fuera de la localidad y sin necesidad de crear más kilómetros de vía. Pero no es la estación deseada y, por tanto, aleja más en el tiempo las ampliaciones prometidas.