El cambio de color de ojos, la última operación estética que alarma a los oftalmólogos: "Están actuando a ciegas"

"Son 45 minutos los dos ojitos". Así es como explican en una clínica madrileña la duración de una operación que te cambiará el color de ojos para siempre, la queropigmentación. Esta intervención quirúrgica, a la que se han sometido algunas famosas recientemente, está en el punto de mira de la comunidad oftalmológica: "Carece de estudios de seguridad. No hay ningún ensayo clínico que demuestre que esta técnica es eficaz y segura", ha explicado José Antonio Gerúndez vicesecretario de la Sociedad Española de Oftalmología en Código de Barras.

"Normalmente son 9.000 euros, pero ahora mismo estamos de promoción por la apertura de una nueva clínica en Madrid, son 7.500 con el estudio preoperatorio correspondiente", explican desde esta clínica. La operación, que consiste en perforar la córnea y tintar del color deseado el área anular que la rodea, lleva realizándose desde hace más de una década, y, aunque se desconocen los efectos a largo plazo, los oftalmólogos ya están viendo a pacientes con daños graves en la córnea. "Yo vi hace cuatro años a un paciente que le hicieron esta intervención con las córneas completamente descompensadas", ha explicado el Doctor Gerúndez.

En la clínica confirman que, antes de nada, en un estudio previo, se aseguran de que tu ojo está "completamente sano", que la operación es "completamente indolora" y que "nunca ningún paciente ha vuelto con el ojo marrón otra vez". A pesar de todas estas "garantías", la Sociedad Española de Oftalmología no avala esta operación: "Someterse a una intervención quirúrgica en ojos sanos y personas jóvenes ni se recomienda ni se debería realizar", ha concluido Gerúndez.

Cuando se realiza una cirugía, el paciente tiene que firmar un consentimiento informado, ¿pero qué sucede cuando no se saben las consecuencias a largo plazo de una intervención? "Si no conocemos esos riesgos posibles y el pronóstico, no podemos informar. En el caso de las operaciones voluntarias de las clínicas estéticas es todavía más importante que se hable de los riesgos, para que las clínicas no los tapen y así capten más clientela", ha explicado Carlos Sardinero, jurista especialista en derecho sanitario y colaborador del defensor del paciente. "Están actuando a ciegas tanto la clínica como el paciente", ha reflexionado el experto.

Además, no conocemos las probabilidades de que no funcione. "Por ejemplo ¿Cuál es el riesgo de ceguera? ¿1%? ¿10%? ¿50%?", se ha preguntado el abogado. "Firmar un consentimiento informado no significa que se pueda amparar ahí la negligencia médica. Es una conducta imprudente someter a un paciente a una intervención quirúrgica arriesgada cuando el propio médico desconoce el alcance de los riesgos", ha explicado Sardinero.

"Deberíamos exigir a la Administración, las consejerías, colegios profesionales, asociaciones científicas que actúen. Tiene que haber una medicina preventiva para que no se realicen estas intervenciones a criterio de no se sabe qué. Si no, damos permiso a que entren los curanderos", ha concluido.