¿Qué consejos daría un emperador bizantino a su hijo?
La obra medieval ‘De Administrando Imperio’ es un compendio de análisis de política internacional pero también una serie de advertencias personales de un padre a su hijo
Entrevistamos a Rosario García Ortega, traductora de la última edición bilingüe de 'De administrando Imperio'
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Fuenlabrada
“Escúchame ahora, hijo mío…”; los diálogos entre padre e hijo son muy comunes en el mundo de la literatura, pero el libro que hoy nos ocupa es algo especial. La frase que da comienzo a este texto es una de las primeras que encontramos en la última edición en español de ‘De administrando Imperio’ (Centro de estudios bizantinos, neogriegos y chipriotas, 2024) y la escribió el basileo Constantino VII a su hijo Romano (futuro Romano II).
Ahora el CNBNCH publica de nuevo este libro en una edición bilingüe grecoespañola, traducida y comentada por Rosario García Ortega.
Aunque sea anecdótico al libro, hay algo que es apasionante de la historia bizantina (utilizaremos este término por ser comúnmente entendible) y son los nombres y apodos o motes de los protagonistas, que harían palidecer al mismo JRR Tolkien: el autor del libro es Constantino ‘Porfirogénito’ (“El nacido en púrpura”), hijo del basileo León ‘Ho Sophos’ (“El sabio”) y la basilisa Zoe ‘Karbonopsina’ (“La de los ojos como el carbón”).
También es curioso que el propio monarca le explica a su hijo que escribirá el libro en un griego común, alejado de las formalidades y cultismos.
Metiéndonos ya en el contenido del libro, es un mosaico descriptivo de los pueblos y reinos que rodeaban los territorios del Imperio Bizantino en el siglo X, con descripciones geográficas, psicologías y consejos de cómo tratarles; hablamos de unos informes de política exterior sobre el islam pero también sobre los búlgaros, croatas, rusos, los serbios, los húngaros, jázaros… El basileo recoge estos informes y añade consejos más concretos para el joven Romanos.
Charlando con García Ortega nos ha recordado una anécdota que se encontró en un pasaje en el que se explica el camino fluvial por el Dnieper desde el Báltico hasta Constantinopla. “Estuve buscando unos rápidos que aparecían en la descripción, pero no los encontraba. Después de mucho mirar, me di cuenta de que habían quedado ocultos por la presa de Zaporiya y al hacer la presa desaparecieron los rápidos”, ha recordado.
Para aquellos interesados en está época del Imperio Bizantino, en la Biblioteca Nacional de España en Madrid se puede disfrutar (hasta el 26 de octubre) de la exposición ‘Un universo de imágenes: el Skylitzes Matritensis’.
Este códice ilustrado es uno de los más valiosos documentos sobre el Imperio Bizantino entre los siglos IX y XI y forma parte del fondo de la BNE desde su fundación.