El Portal Nou i la Falla de Na Jordana

València

Como no podía ser de otra forma, hoy en la València Olvidada hablamos de fallas. Estamos en la plaza del Portal Nou, la que daba nombre al antiguo y desaparecido portal, por ello hablaremos de este lugar donde ahora nos encontramos

Primero nos ubicamos: desembocan a esta plaza la calles de Blanqueries, Salvador Giner y Guillem de Castro. Esta plaza, inmediata al puente de Sant Josep, precisamente ocupa el lugar donde se hallaba el antiguo Portal Nou. Una vez constituidas las murallas debió ser punto de gran trasiego por la presencia de una de las entradas a la ciudad. Poco se sabe de su implantación comercial en esos primeros años, tan sólo que en el s. XV se encontraba establecido un horno, junto a un pozo.

En 1452 quedó establecida en la plaza la sede de la antigua cofradía de San Pedro Mártir de los Cruce Signados del Santo Oficio de la Inquisición. Allí construyeron un oratorio dedicado al santo que permaneció hasta el s. XIX.

Fue en este siglo XV cuando se construyó el nuevo portal, el último de todos los construido en la ciudad amurallada, por eso se le denominó Portal Nou. A su lado se hallaba el antiguo convento de las Carmelitas Descalzas de San José o de Santa Teresa.

Una zona de comerciantes extranjeros

Una característica de la plaza y su entorno fue la presencia, casi continua, de comerciantes extranjeros que tuvieron allí sus almacenes, en realidad mayoristas franceses que vinieron huyendo de la revolución francesa. Existía una tienda de ropas de Vicente Burló que vendía diversos efectos decomisados por cuenta de la Real Compañía de Filipinas.

Además, a finales del siglo XIX, en la parte del viejo cauce donde da comienzo el puente de Sant Josep, se construyó un edificio para albergar la Casa de Socorro del Museo, que atendía gratuitamente todos los casos de urgencia que se presentaran, además de otras misiones sanitarias como en los tiempos de pandemias la aplicación de vacunas. El edificio todavía permanece, lo estamos viendo. Sobre 1900, formando esquina a Guillem de Castro, se construyó el edificio de corte académico, de arquitectura sólida y racional, que sirvió como Colegio Nacional, después convertido en el Col.legi Públic Santa Teresa de enseñanza en valenciano. Pese a que la subestructura se conserva bastante cuidada, en febrero de 2007 el colegio reivindicó la construcción de un nuevo centro adecuado a instalaciones más modernas.

Una escultura en bronce

Como homenaje al barrio, el 4 de febrero de 1967 fue bendecida la escultura de la titulada Verge del Carme que se había instalado en el centro de la plaza –después se trasladó a la ronda- sobre una columna toscana renacentista, obra en bronce de Ramón Mateu. En los números 2 y 3 se hallan sendos edificios eclécticos, iguales entre sí, construidos a principios del s. XX. Constan de planta baja, tres pisos y desván, alternando los balcones y ventanas. En ellos, actualmente, están instalados el Centro de Formación Juvenil y en él permaneció el aula-taller dedicada a la restauración de escultura regentada por la familia Roig, una saga de artistas presentes desde el siglo XIX que ha alcanzado la cuarta generación.

La falla Na Jordana

Y nos centramos una falla de referencia festiva y cultural del barrio del Carmen. Diremos que en un principio la falla se plantaba en la antigua plaza de Na Jordana, pero en 1983 se trasladó la plantà al centro de esta plaza, tal como se hace en la actualidad. Precisamente, el año de su nuevo emplazamiento ocurrió el desplome de un gran guerrero, remate de la falla, a causa del viento. El monumento se recompuso pero no así el movimiento de una esfera terrestre que daría vueltas accionada por un motor que quedó destrozado.

La magnífica falla que ahora mismo estamos viendo representa todo un ingenio fallero, lleno de sátira, este año relativo a Fe, Esperanza, Amor y Suerte.